Comisiones Obreras de Madrid | 16 abril 2024.

Memorias de la Transición

La inter- ramas de CCOO de Madrid: Los albores del sindicalismo de nuevo tipo

    A finales de los años 40 y principios de los 50 surgió en España un nuevo tipo de oposición al régimen franquista. Si antes la oposición a la Dictadura se expresaba en acciones de partidos y sindicatos derrotados en la Guerra Civil, a partir de la huelga de Vizcaya del 1º de Mayo de 1947 (por situar una acción concreta en un momento en el tiempo) se puso el punto final a esa forma de conflicto.

    16/03/2016.

    Unos años más tarde en 1951 con el boicot a los tranvías y la huelga de Barcelona se da inicio a otra fase en la que la movilización social y obrera se articula alrededor de demandas concretas, sea al precio del tranvía, las condiciones de trabajo, la escasez o la demanda de mejoras salariales.

    Aparecen nuevos actores fundamentalmente comisiones de trabajadores que surgen alrededor de una demanda concreta y luego desaparecen con el fin del conflicto o la negociación.

    En 1958 se aprobó por el régimen la Ley de Convenios. A partir de ella se establecen nuevas condiciones que van, a su vez, a favorecer que los procesos se doten de mayor estabilidad. Ya casi en ningún caso respondían a iniciativa de los sindicatos existentes antes de la guerra española, tampoco a acciones puramente espontáneas.

    Son también, coincidiendo con las elecciones sindicales de 1953/54 en el sindicato vertical, cuando se producen los primeros intentos de articular, sobre todo por militantes comunistas, candidaturas a enlaces jurados de empresa alternativas a las listas oficiales.

    La combinación de convenios colectivos y elecciones generó el marco ideal para el desarrollo y consolidación de las primeras Comisiones Obreras.

    Ya en 1964 surge la comisión de enlaces del Metal de Madrid.

    En la comisión de Enlaces del Metal encontramos el embrión de lo que en 1966 derivó en la creación de la “Inter-ramas” de Madrid.

    Desde la escuela de la Paloma, en la calle Francos Rodríguez, número 106, de Madrid, un grupo de enlaces sindicales, comenzaron a organizarse con la intención de crear una Comisión, a propósito de un conflicto por el Convenio Colectivo, esto derivó en una concentración de trabajadores y enlaces ante la sede del “vertical” y allí, como nos recuerda Juan Moreno, en asamblea decidieron crear la Comisión de Enlaces de la Metalúrgica Madrileña integrada por trece personas.

    Fue una comisión muy dinámica que comenzó a desplazarse a otras zonas y sectores y ya en 1966 con la forma de Inter-ramas personas como Camacho, Ariza, Sartorius, Gallifa, Martínez Conde, Royo, Nati Camacho o Llamazares, entre otros se dedicaron a coordinarse con otros focos o promover otros nuevos. De lo que tenemos referencias de Marcelino Camacho en su libro “Confieso que he luchado”… “En las reuniones de la Comisión Delegada que ya hacíamos con más cuidado para que no nos siguiera la policía, discutíamos la necesidad de establecer también una coordinación a nivel nacional”.

    De la espontaneidad de los años 50, por tanto, a un proyecto que va definiéndose y perfilando con el tiempo pero que empieza a dejar claros sus objetivos.

    En noviembre de 1965 ya se da un paso que resultará decisivo. La gente del metal comienza a reunirse con las de otras ramas y comienzan a debatirse los primeros documentos de los que se tiene referencia escrita. En uno de ellos, posiblemente elaborado por el grupo de Ceferino Maestú se dice: “Las CCOO creadas por los propios trabajadores, son un movimiento indispensable, sin subordinación a ninguna tendencia ideológica”.

    Si bien es de reconocer que sin la presencia de militantes comunistas del PCE el movimiento no hubiera tomado la consistencia que llegó a alcanzar en las duras condiciones de la represión franquista.

    Ya en Junio de 1966 verían la luz otros documentos como “¿Qué son las Comisiones? o la “Declaración de Comisiones Obreras de Madrid”, que ya serían luego sometidos a debate en la Asamblea Nacional de CCOO de Junio de 1967.

    La Inter-ramas ya se había consolidado y contaba con un funcionamiento regular hasta que en febrero de 1966 fue expulsada del centro Manuel Mateo donde se reunía. A raíz de la expulsión fue acogida por el padre José María de Llanos en el centro 1º de Mayo del Pozo del Tío Raimundo.

    Allí en el Pozo se celebró la primera Asamblea de CCOO de Madrid aprobándose un documento que fue firmado en numerosas empresas con una serie de reivindicaciones comunes a presentar en el Ministerio de Trabajo.

    Se hizo una convocatoria de manifestación a todos los trabajadores en defensa de las reivindicaciones acordadas. La manifestación fue prohibida e impedida por la policía así como la entrega del escrito.

    Hubo numerosos detenidos entre ellos los cuatro que encabezaban la protesta: Ceferino Maestú, Víctor Martínez Conde, José Hernando y Marcelino Camacho.

    Pero el movimiento ya estaba en marcha y era imparable.