Comisiones Obreras de Madrid | 28 marzo 2024.

CCOO no comparte el fallo de TEDH sobre las "devoluciones en caliente"

    Acerca del fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ha avalado este jueves la expulsión automática de dos migrantes subsaharianos tras saltar la valla de Melilla en 2014, CCOO muestra su más absoluto desacuerdo tanto con la forma como con el fondo del mismo. Para este sindicato, prácticas como las referidas en el fallo han sido insistentemente denunciadas por la sociedad civil española: no todo vale en la gestión de los flujos migratorios, y en un Estado democrático no cabe la vulneración de los derechos humanos

    17/02/2020.

    El TEDH asegura que los dos inmigrantes subsaharianos "se pusieron ellos mismos en una situación de ilegalidad", al acceder "a lugares no autorizados" y "recurriendo a la fuerza".

    El fallo a favor de España añade que los inmigrantes "decidieron no utilizar las entradas legales existentes que les permitieran acceder de modo regular al territorio español" y revoca de esta forma la sentencia condenatoria previa de la Sala de 2017 por "expulsión colectiva sin medida judicial previa".

    Para CCOO, el fallo está absolutamente alejado del espíritu democrático que deben presidir las sentencias judiciales en el seno de la Unión Europea. El sindicato quiere subrayar que, en contra de la misma, además, está la vulneración de la Ley de Seguridad Ciudadana, por la ausencia de letrado e intérprete. O el hecho de que no se ha tramitado proceso administrativo de expulsión o devolución y que, en consecuencia, la expulsión fue una grave vulneración de Derechos Humanos.

    “Hablamos de una práctica ilegal, como ya señaló el propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos en repetidas ocasiones. El control de fronteras y la contención de flujos migratorios no puede en ningún caso incumplir la legalidad vigente”, asegura Lola Santillana, secretaria confederal de Empleo, Cualificación Profesional y Migraciones de CCOO.

    En palabras de Santillana, “se deben gestionar la inmigración y los flujos migratorios desde un punto de vista garante, eficaz y efectivo, pero ello no es incompatible con el respeto a los derechos humanos y los convenios internacionales”, concluye.