Comisiones Obreras de Madrid | 28 marzo 2024.

EPA: el Gobierno regional debe impulsar el empleo público sobre todo de sectores esenciales

    28/07/2020.
    Madrid pierde 144.000 personas ocupadas en el segundo trimestre de 2020

    Madrid pierde 144.000 personas ocupadas en el segundo trimestre de 2020

    • Madrid pierde 144.000 personas ocupadas en el segundo trimestre
    • La pérdida de actividad económica está afectando sobre todo a las mujeres y a las personas trabajadoras precarias

    Para acabar con el paro urge incrementar el empleo público, especialmente en los sectores que están resultando esenciales, como la sanidad, los cuidados a personas mayores y dependientes y la educación.

    La recuperación del empleo no puede hacerse sobre la base de la precariedad, porque el empleo precario no es capaz de resistir situaciones de crisis.

    La EPA refleja un incremento del número de personas paradas de 54.500 personas respecto al trimestre anterior. Respecto al mismo trimestre de 2019 el incremento es de 62.900, lo que sitúa el número de personas en desempleo en Madrid en 427.500 personas. La tasa de paro ha pasado del 10,6% del primer trimestre del año al 12,61%, la masculina en el 11,86 y la de las mujeres en el 13,38%. A pesar de que las personas en ERTE no aparecen en las cifras de personas el impacto de la pandemia en las cifras de desempleo es muy elevado. Los datos, en general, reflejan que esta crisis se ha frenado por la figura de los ERTES, pero la pérdida de actividad se refleja en los niveles de paro, ocupación e inactividad, y que el ajuste se está produciendo sobre las mujeres y los trabajadores y trabajadoras precarias.

    Aunque las cifras de la EPA del segundo trimestre no reflejan a las personas en ERTE (que se consideran ocupadas cuando la suspensión del empleo es inferior a tres meses), la ocupación se redujo en Madrid en el segundo trimestre del año en 184.400 personas, casi 96.000 mujeres y 89.000 hombres. Una situación similar a la del conjunto del país, que ha reducido la ocupación en más de un millón de personas.

    Pero no todas las personas que han perdido la ocupación han ido al desempleo. En Madrid el paro se ha incrementado en 54.500 personas (incremento del 14,6% respecto al trimestre anterior y 17,3% respecto al año pasado). Hay que tener en cuenta que esta cifra no incluye a las personas desempleadas que no buscan empleo, por lo que muchas personas que han ido al desempleo en las primeras semanas de este segundo trimestre se han considerado inactivas, al no darse las condiciones para la búsqueda de empleo. Esto explica también la caída en el número de personas que buscan su primer empleo (27.000 menos). Por sectores el paro ha subido en cambio en todos y especialmente en servicios, con 68.300 personas paradas más. Como además, el segundo trimestre suele tener una elevada contratación, el incremento del paro respecto al mismo periodo de 2019 en servicios es del 68%.

    De las 427.500 personas en paro, 204.500 son hombres y casi 223.000 mujeres. Aunque el número de hombres parados ha aumentado más que el de mujeres, la tasa de paro, del 12,61% para el conjunto de ambos sexos, está en 11,86% para los hombres y 13,38% para las mujeres.

    Que el paro se incremente más entre los hombres no significa que la situación de las mujeres mejore. La ocupación ha caído más entre las mujeres pero no todas ellas han pasado a situación de paradas. El número de personas inactivas en Madrid es 2,2 millones y la cifra ha crecido en el último trimestre en 144.000. Los inactivos hombres son 930.700, más de la mitad por estar jubilados. El número de inactivas mujeres es de 1,28 millones. Casi medio millón son inactivas por ocuparse de las labores del hogar. Y la brecha se incrementa porque el último trimestre, de los 144.000 nuevos inactivos, 64.300 fueron hombres y 79.900 mujeres. De ellas 44.300 pasaron a la inactividad por dedicarse a labores del hogar.

    Otro efecto este trimestre ha sido el descenso de la temporalidad. El número de personas ocupadas se ha reducido este trimestre en 144.000, pero la concentración del efecto en las personas asalariadas hace que en este trimestre haya 197.500 personas asalariadas menos, más de la mitad (casi 104.000) mujeres. Esto supone que el número de asalariados ha bajado un 7%. Pero los más afectados por esta reducción han sido los trabajadores temporales (15% menos de asalariados) y las mujeres. Además entre las personas trabajadoras temporales, las que más han perdido su empleo han sido hombres, y entre los indefinidos, mujeres. El resultado es que la temporalidad baja en Madrid del 19,7% al 16,7% y que la brecha de género se incrementa, al ser la temporalidad masculina del 15,2% y la femenina del 18,3%.

    La conclusión es que la medida de los ERTES ha servido para proteger el empleo, pero el parón de la economía se ha dejado sentir en pérdida de ocupaciones y en el incremento del desempleo.

    Otra conclusión es que, como en crisis anteriores, el ajuste se está produciendo por dos vías: pérdida de empleo temporal por un lado e incremento de las brechas de género por otro.

    La precariedad laboral muestra una vez más la incapacidad de mantener el empleo cuando se produce una crisis. La mayoría de las empresas madrileñas han optado por proteger el empleo indefinido de sus plantillas a través de los ERTES, mientras que los temporales se han visto más afectados por extinciones, no renovaciones o la pérdida de la contratación habitual de estos meses. Además son las personas precarias las más desprotegidas, ya que muchas de ellas no pueden acceder a prestaciones por desempleo o están agotando las que tienen, sin poder disfrutar de ninguna medida extraordinaria como sí ha ocurrido con las afectadas por ERTE.

    Respecto a las mujeres, además de estar más afectadas por la pérdida de ocupación, las dificultades para encontrar un empleo hacen que, de nuevo, en este contexto de pocas oportunidades laborales y un incremento de la carga de cuidados (por el cierre de centros educativos y asistenciales), miles de mujeres opten por la inactividad, por lo que el golpe sobre las éstas no se refleja totalmente en las cifras de paro.

    Por ello son necesarias medidas para mantener la actividad económica. No bastan los ERTES. El Gobierno regional debe impulsar el empleo en sectores que supongan una alternativa a la hegemonía del sector servicios, incrementar el empleo público, especialmente en los sectores que están resultando esenciales, como la sanidad, los cuidados a personas mayores y dependientes y la educación. La recuperación del empleo no puede hacerse sobre la base de la precariedad, porque el empleo precario no es capaz de resistir situaciones de crisis.

    Madrid es la comunidad con mayor nivel de riqueza, por lo que no se debe asumir que la recuperación de la crisis del COVID vuelva otra vez a asentarse en la precariedad y en la desigualdad.