Comisiones Obreras de Madrid | 19 abril 2024.

Madrid, con casi 460.000 personas desempleadas, debe abordar un cambio de rumbo social y económico

  • Además de frenar la pandemia, es imprescindible modernizar la economía y mejorar la protección social

Madrid, con 459.000 personas en paro en el tercer trimestre, casi 32.000 más que el trimestre anterior y 105.000 más que hace tan solo un año, necesita un cambio de rumbo, no solo para salir la crisis de la pandemia, sino para optar por una modernización de su tejido productivo que le permita generar más y mejor empleo.

27/10/2020.

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 Madrid, con casi 460.000 personas desempleadas, debe abordar un cambio de rumbo social y económico

 Madrid, con casi 460.000 personas desempleadas, debe abordar un cambio de rumbo social y económico

El tercer trimestre del año, en las cifras de empleo ofrecidas por la EPA, refleja una comunidad que muestra los efectos negativos de la pandemia sobre la actividad y el empleo, pero también el modelo social y económico por el que apuesta el Gobierno regional. 

La evolución de la pandemia y la recuperación de cierta normalidad respecto al trimestre anterior, ha supuesto también una recuperación de la actividad económica y de la ocupación. El empleo ha crecido en 42.700 personas respecto al trimestre anterior. En esos meses también se incrementó la contratación con respecto a los anteriores y muchos trabajadores y trabajadores afectados por ERTE salieron de las medidas de suspensión. Pero el paro se ha incrementado en 31.600 personas. En parte, este incremento está motivado por las personas que en el trimestre anterior perdieron el empleo y fueron a la inactividad porque en ese momento no podían buscar una ocupación pero se han incorporado a la búsqueda de empleo en el tercer trimestre. De hecho el número de personas activas (personas con ocupación o que buscan un empleo) se ha incrementado en más de 74.000 personas. 

Pero sobre todo, más allá de los efectos coyunturales de la pandemia, Madrid tiene ahora casi 91.000 personas ocupadas menos y 105.000 personas desempleadas más que hace un año. La tasa de paro está en el 13,25%, pero con evidentes brechas. Las mujeres superan en 2,5 puntos la tasa de paro de los hombres. Y entre los menores de 25 años, el desempleo es del 35,49%, subiendo hasta el 39% en el caso de las mujeres jóvenes. La brecha se hace más evidente cuando se habla de tasa de actividad. Casi el 62% de las personas que viven en Madrid en edad de trabajar están incorporadas al mundo laboral. Pero en el caso de las mujeres solo el 57,51% trabajan o buscan trabajo, 9 puntos menos que en el caso de los hombres. 

Respecto a la calidad del empleo, la temporalidad se había reducido en el segundo trimestre por la pérdida de 115.000 empleos temporales, debido a que las empresas pudieron mantener sus plantillas estables con la medida de los ERTES pero extinguieron contratos temporales o dejaron de contratar nuevas plantillas en los meses de marzo y junio, poniendo en evidencia la debilidad del empleo precario. Pero, este trimestre se incrementa ligeramente la ocupación y vuelve a concentrarse ese crecimiento en el empleo temporal. De las 42.700 personas ocupadas más, 38.600 son asalariados, pero el número de indefinidos ha bajado en 22.000 y el de temporales ha crecido en casi 61.000.

Es urgente afrontar los tres retos que tiene por delante Madrid: sanitario, social y económico. El sanitario pasa necesariamente por incrementar el gasto en sanidad y reforzar las plantillas del servicio público. Sin control de la pandemia no puede haber recuperación de la actividad. 

El reto social, con medidas para hacer frente a la situación de empobrecimiento y deterioro de las condiciones de vida que sufren los madrileños y madrileñas, y que es ahora peor que hace tan solo un año, con una cifra mayor de personas desempleadas y una precariedad que se ha convertido en estructural. 

Y el reto económico. Madrid ya tenía esos retos antes de la pandemia: reforzar sus servicios públicos, promover la transición energética y actividades medioambientalmente sostenibles, impulsar un cambio de modelo económico basado en sectores innovadores, en la digitalización y en la investigación. La situación de pandemia no debe poner esto en segundo plano sino que hace más urgente asumir estas transformaciones abandonando las recetas de austeridad y recortes que han marcado los gobiernos madrileños durante años.