Comisiones Obreras de Madrid | 28 marzo 2024.

Con el Covid-19 descontrolado, la prisión de Estremera se queda sin médicos

    02/02/2021.
    Prisión de Estremera

    Prisión de Estremera

    Más de un millar de presos y presas se quedan sin médicos, superando el centenar los internos aislados sanitariamente por el coronavirus. El hospital de referencia más cercano está a 75 kilómetros del centro. Además de la emergencia sanitaria podrían surgir incidentes regimentales por la falta de asistencia sanitaria, lo que pone en grave riesgo la seguridad del centro y del personal penitenciario.

    La situación de la sanidad penitenciaria es de una degradación permanente para intentar forzar su transferencia a las comunidades autónomas. Sin el personal sanitario necesario, sin cubrir las plazas que se ofertan, mal retribuidos, con una sobrecarga de trabajo por el exceso de guardias y nada reconocidos por una política de personal de maltrato permanente a un colectivo imprescindible en las prisiones. 

    El COVID-19 está descontrolado en algunas prisiones del Ministerio del Interior porque la política preventiva de Instituciones Penitenciarias siempre va por detrás de los contagios. Cuando aparecen los primeros casos positivos no se realizan cribados entre la población interna y la plantilla para averiguar el nivel de alcance que ha tenido el virus. Se relajan las medidas de prevención con los asintomáticos y los internos continúan sin usar mascarillas en los espacios comunes dónde no se puede mantener la distancia interpersonal de dos metros. 

    Hay brotes importantes en las prisiones de Estremera, Teruel, Valencia, Zuera etc. y se acumulan más de 1.500 contagios entre el personal penitenciario.

    La falta de médicos y de personal de enfermería y auxiliares es otra pandemia más en las prisiones españolas. Las draconianas condiciones de trabajo que padece el personal sanitario en Instituciones penitenciarias tienen graves consecuencias sobre la salud de este personal al que se le obliga a cubrir todos los déficits de personal durante 24 horas, generándoles una elevada sobrecarga laboral y con unas condiciones laborales que no respetan la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Además se les obliga a la permanente y continua judicialización de sus condiciones laborales.

    Instituciones Penitenciaras ha demostrado sobradamente que es incapaz de gestionar una salud pública penitenciaria sobretodo en profunda crisis y extensión de esta pandemia. No ha sabido ni ha tenido la capacidad de cumplir la Ley de Cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud del 2003 y negociar la transferencia de las competencias sanitarias a las Comunidades Autónomas, y ahora las hace más difícil, si cabe, con su política de contratar médicos sin la especialidad MIR.

    El sindicato exige que las prisiones tengan la misma atención sanitaria que el resto de la ciudadanía. No es sostenible la situación de indolencia actual, en un medio extremadamente vulnerable frente a las enfermedades infecto contagiosas, como el COVID-19.

    CCOO exige que se reconozca a los y las profesionales sanitarios penitenciarios, y en tanto, los gestores dispongan resolver esta situación, se proceda a cerrar acuerdos de prestación de servicios a cargo de los presupuestos de Instituciones Penitenciarias con las Comunidades Autónomas, que cubran las necesidades sanitarias de Estremera y del resto de centro penitenciarios.