Comisiones Obreras de Madrid | 10 noviembre 2025.

D铆a Mundial de la Salud Mental

Los riesgos psicosociales afectan gravemente la salud mental de miles de personas trabajadoras en la Comunidad de Madrid

    10/10/2025.
    D铆a Mundial de la Salud Mental

    D铆a Mundial de la Salud Mental

    El sindicato reclama evaluaciones psicosociales reales, planes de intervención efectivos y una reforma urgente de las políticas preventivas que reconozcan y aborden estos riesgos de forma específica.

    CCOO de Madrid denuncia que los riesgos psicosociales —cargas de trabajo excesivas, jornadas impredecibles, falta de autonomía, violencia y acoso, conexión permanente y dificultades de conciliación— siguen afectando gravemente a la salud mental de miles de personas trabajadoras en la región.

    A esta realidad se suma que la pobreza y la exclusión social agravan los problemas de salud mental y dificultan el acceso a una atención adecuada, generando brechas profundas entre quienes pueden permitirse apoyo psicológico y quienes quedan fuera del sistema.

    El sindicato reclama evaluaciones psicosociales reales, planes de intervención efectivos y una reforma urgente de las políticas preventivas que reconozcan y aborden estos riesgos de forma específica.

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que el trabajo puede y debe proteger la salud mental actuando sobre la organización del trabajo. No es un problema individual; es un problema organizativo que exige cambios en la gestión empresarial y políticas públicas ambiciosas.

    Reducción de jornada, medida imprescindible

    CCOO de Madrid defiende que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, sin pérdida salarial, es una medida imprescindible para mejorar la salud mental y reducir los riesgos psicosociales. Menos horas de trabajo y una mejor organización del tiempo significan menos estrés, menos fatiga y mayor equilibrio entre trabajo y vida personal. Una jornada más corta permite descansar adecuadamente, disminuir la sobrecarga mental y favorecer una gestión más racional del trabajo. Por eso, nuestra reivindicación de las 37,5 horas semanales está directamente ligada al derecho a la salud y al bienestar psicológico, y debe entenderse también como una política preventiva frente al deterioro mental derivado del exceso de trabajo y la falta de descanso.

     

    La salud mental es un derecho

    La salud mental no afecta a todas las personas por igual. Las personas trabajadoras con peores condiciones laborales, ingresos bajos o empleos precarios sufren una mayor exposición a riesgos psicosociales y tienen, además, menos acceso a tratamientos y apoyo psicológico. La atención psicológica y psiquiátrica pública sigue siendo insuficiente y desigual, lo que genera una brecha social: quienes tienen recursos económicos pueden acceder a terapias privadas, mientras que quienes están en situación de pobreza o vulnerabilidad quedan excluidos o con largos tiempos de espera. La relación entre desigualdad social y salud mental es clara: la precariedad, la inseguridad económica, la vivienda inasequible y la falta de recursos públicos agravan el malestar psicológico. Por eso, la defensa de la salud mental es también una cuestión de justicia social.

     

    Hay que actuar

    Los riesgos psicosociales incluyen jornadas largas o irregulares, trabajo a turnos o nocturno, descansos insuficientes, disponibilidad permanente y dificultades para conciliar, según el INSST.

    En Europa, las encuestas más recientes sitúan los riesgos psicosociales entre las principales preocupaciones en materia de seguridad y salud laboral, sin avances desde 2019.

    La OMS y la OIT insisten en desplegar medidas organizativas, apoyo psicológico y protocolos de reincorporación segura tras bajas por salud mental.

    Según Oxfam Intermón, más de la mitad de las personas jóvenes con dificultades económicas en España presentan problemas de salud mental, frente a una proporción claramente menor en quienes no sufren carencias materiales severas. Esta brecha pone de manifiesto la relación directa entre pobreza, desigualdad económica y malestar psicológico.

    El informe de EuroHealthNet alerta de que las desigualdades sociales en salud mental persisten en toda Europa: las personas con menor nivel educativo, ingresos más bajos o en situaciones de exclusión social tienen sistemáticamente peores indicadores de bienestar psicológico.

     

    Imprescindible

    Este preocupante panorama lleva a CCOO de Madrid a exigir que se lleven a cabo, en el entorno laboral, evaluaciones psicosociales con garantías, metodología válida y participación sindical.

    Es imprescindible contar con una organización del trabajo saludable, con límites reales a cargas y ritmos, horarios previsibles y conciliación efectiva, así como la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, como medida estructural de prevención de riesgos psicosociales y de mejora del bienestar psicológico.

    La prevención del acoso y la violencia, con protocolos útiles, confidenciales y sancionadores, el derecho efectivo a la desconexión digital, especialmente en teletrabajo y trabajos en plataformas.

    Igualmente se deben implementar protocolos de reincorporación tras bajas por salud mental y vigilancia de la salud que incluya factores psicosociales.

    Otra de las medidas que hay que abordar de manera inmediata es el refuerzo  de la Inspección de Trabajo y de los recursos públicos de prevención, así como el refuerzo de los recursos públicos de salud mental, garantizando acceso universal, sin discriminación por renta.

    Una mayor inversión pública garantizaría la protección social, la redistribución justa de recursos y combatiría las desigualdades que agravan los problemas de salud mental.

    Cada evaluación que se retrasa, cada carga de trabajo sin control y cada horario imprevisible tiene consecuencias: más ansiedad, depresión, estrés crónico y conflictos, además de mayor siniestralidad y menor productividad. 

     

    Recursos insuficientes

    CCOO Madrid reclama que las Administraciones públicas asuman su responsabilidad y garanticen protección efectiva a las personas, con más inversión pública, políticas redistributivas y medidas que favorezcan la igualdad social. En este Día Mundial de la Salud Mental, recordamos que la salud mental es un derecho laboral y social, y exigimos pasar de los discursos a los hechos: 37,5 horas, más prevención, más recursos públicos y más justicia social.

    En la Comunidad de Madrid la dotación de centros de salud mental es insuficiente para hacer frente a las largas listas de espera que existen en esta especialidad. Las ratios de especialistas en psiquiatría, psicología y enfermería están muy por debajo de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Estas limitaciones obligan a la población demandante de los servicios de salud mental a acudir a la sanidad privada.

    Según el Portal Estadístico del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), en agosto de 2025, en Atención Hospitalaria había 670 psiquiatras, 389 psicólogos/as clínicos y 394 enfermeras especialistas en salud mental. La ratio en la Comunidad de Madrid es de 5 psicólogos por cada 100.000 habitantes, mientras que la OMS señala que deben ser 20 por cada 100.000. Por su lado, la ratio de psiquiatras es de 10 por cada 100.000 y la recomendación europea es de 18 por cada 100.000. En Madrid sería necesario triplicar el número de profesionales.

    CCOO reivindica la construcción de nuevas infraestructuras sanitarias públicas y la dotación de las mismas con los recursos humanos necesarios para cumplir con las necesidades de la ciudadanía.

    Audios asociados

    Declaraciones de Carlos Gim茅nez Caminero, secretario de Salud Laboral de CCOO de Madrid.