Comisiones Obreras de Madrid | 10 noviembre 2025.

Ayuso inyecta millones de euros en Quirón desde que gobierna, y propicia la explotación del personal en sus 3 hospitales concesionados

    El presupuesto para pagar a Quirón se ha disparado desde que gobierna Ayuso y las condiciones laborales de las plantillas están bajo mínimos y al borde del colapso

    05/11/2025.
    Fundación Jiménez Díaz

    Fundación Jiménez Díaz

    -Desvían pruebas, cirugías y atención sanitaria desde los hospitales de gestión pública pura a hospitales concesionados, privados y filiales del Grupo Quirón

    Las cuentas de resultados en los hospitales públicos concesionados de la Comunidad de Madrid que gestiona Quirón superan los 50 millones de euros, según los datos del registro mercantil a los que ha tenido acceso CCOO. A eso hay que sumar lo que recibe la Fundación Jiménez Díaz que también está gestionada por Quirón, pero con un estatus especial y un concierto diferente con la Comunidad de Madrid y la ausencia de datos del Hospital General de Villalba.

    La memoria anual del SERMAS 2024 no recoge, por primera vez, el dato de pacientes atendidos, ni tampoco el montante económico que recibe por cada uno de ellos “la Jiménez Díaz”. La Comunidad de Madrid, desde 2023, ha duplicado el peso de los conciertos en su gasto sanitario, pasando de un 5,2% en 2002, a un 11,7 por ciento en 2022 (último dato oficial que recoge el Ministerio de Sanidad).

    Situación en los hospitales

    El Hospital Universitario Rey Juan Carlos, a través de dos empresas de Quirón IDC Servicios Móstoles, S.A. e IDC Salud Móstoles, S.A., concluyó el ejercicio económico 2023 con unos beneficios de 43.300.000 millones de euros. En la primera (IDC Servicios) el incremento en sus beneficios, con respecto al año 2022, fue de 2,6 millones de euros. En la segunda empresa de Quirón que gestiona el centro (IDC Salud) que obtuvo 39,6 millones de euros de beneficios, un 97 por ciento del conjunto de recursos procede del sector público. Así, a 31 de diciembre de 2023, la empresa presentó un patrimonio neto de 60,8 millones de euros, un 35% más que en el año anterior.

    El Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, gestionado por IDC Salud del Grupo Quirón, cerró el ejercicio con un beneficio de 9,4 millones de euros. Mientras en 2022 la empresa tuvo pérdidas financieras de 2.400.000 millones de euros; en 2023, la misma consiguió un resultado financiero positivo de tres millones de euros. El resultado es que la sociedad presentó un patrimonio neto positivo de 61,8 millones de euros y un fondo de maniobra de 66,5 millones de euros.

    Sin información

    El Hospital Universitario de Villalba, también público-concesionado y gestionado por Quirón, no ha entregado aún la información económica para poder evaluar su cuenta de resultados, pero se prevé que sigan la misma senda en la escalada de beneficios.

    A pesar de esta inyección millonaria de las arcas públicas de la ciudadanía madrileña y cuyo único beneficio se refleja en la cuenta de resultados del Grupo Quirón, Madrid es la región que menos gasta en sanidad pública de todo el país. Los datos oficiales nos sitúan en un 3,6% por debajo de la media nacional en gasto sanitario público per cápita. Sin embargo, el gasto sanitario privado per cápita es el más alto de España -únicamente por detrás de Cataluña- es también la región que dedica mayor porcentaje a la partida de conciertos y, además, la región con mayor penetración del seguro de salud privado.

    El coste para las arcas públicas de financiar el mismo tratamiento es hasta seis veces mayor en la concertada que en la pública, según un informe de la Cámara de Comercio de Madrid. Actuar sobre una hernia costaba en 2016, 700 euros en la pública y casi 3400 en la concertada; una operación de cataratas costaba 818 euros en la pública y 3529 en la concertada; y así sucesivamente.

    Explotando a sus profesionales

    Sin embargo, las cuentas de resultados del Grupo Quirón o Ribera Salud -este último gestiona el Hospital de Torrejón, el cuarto hospital concesionado de la región- no son acordes con el trato que dispensan a sus profesionales. Según el Observatorio Madrileño de Salud, estos hospitales concesionados presentan una dotación de personal por cama inferior a la del sistema público de gestión tradicional, con menos de 4,4 personas trabajadoras por cama (médicos, enfermeras y otros), frente a una media de 4,78 en hospitales públicos.

    La presión que soportan las enfermeras en estos centros es muy significativa 3,42 enfermeras por cada 1000 habitantes, muy por debajo de la media nacional. Sin embargo, los cuatro hospitales concesionados gestionados por Quirón Salud en Madrid destacan en todas las encuestas de satisfacción recientes como los mejor valorados en sus respectivos grupos de complejidad, con índices de recomendación y satisfacción superiores a la media del SERMAS, lo que contribuye a desprestigiar a la sanidad pública y a justificar las privatizaciones y concesiones a determinadas empresas, sin tener en cuenta la explotación a la que someten a sus plantillas, los riesgos psicosociales que soporta el personal, los sueldos muy por debajo de los salarios de los profesionales de la sanidad pública y el deterioro de la asistencia sanitaria pública que progresivamente se está produciendo en la Comunidad de Madrid. CCOO denuncia que “con el único fin de engordar las arcas de las empresas privadas a costa de las arcas públicas”.

    Desde 2021, CCOO emprendió un camino basado en la interlocución y negociación colectiva con los representantes del Grupo Quirón Salud y ha solicitado que disminuya el acento agresivo en las relaciones laborales y que dignifique las condiciones laborales de los profesionales, apelando también a la intervención del Gobierno de la Comunidad de Madrid cuyo deber es tutelar la concesión y gestión de hospitales públicos que ha entregado a manos de la empresa privada. CCOO entiende que la agresividad y la postura inmovilista con la que Quirón se niega a negociar las condiciones laborales de los profesionales deja las negociaciones en vía muerta y aboca a los trabajadores a un conflicto, para el que CCOO inicia asambleas en todos los hospitales concesionados para refrendar movilizaciones y actos de protesta que no descartan acaben en paros.