Comisiones Obreras de Madrid | 15 enero 2025.

CCOO de Madrid reclama medidas para mejorar la calidad del empleo y para los colectivos excluidos del mercado laboral

    04/12/2018.
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    Obreros en Madrid

    Obreros en Madrid

    El paro registrado del mes de noviembre en ha repetido el mismo patrón que el año pasado: fue un buen mes para Madrid y peor para el resto del Estado. En 2018 el dato no ha sido tan positivo. Aunque el paro se ha reducido en 5.921 personas, y el paro registrado se sitúa en 345.876 personas, el descenso de los últimos 12 meses ha sido de 31.702 personas. En noviembre de 2017 el descenso interanual fue de 41.368, lo que supone un menor impacto en 2018.

    El resultado de este mes no debe hacer olvidar los problemas estructurales del mercado de trabajo en nuestra región. Para CCOO es el paro de larga duración (el 40% de los parados registrados tienen una antigüedad en la demanda superior al año) es uno de los más importantes. Es una situación persistente. Casi 140.000 personas (200.000 según la EPA) ni siquiera acceden a los empleos de corta duración, por lo que CCOO reclama políticas activas, tanto de formación como de oportunidades de empleo, para este colectivo, así como una política de protección que elimine el riesgo de pobreza.

    Las personas beneficiarias de prestaciones por desempleo son 158.821 personas, y la tasa de cobertura en Madrid es el 48,5 (una de las más bajas de España) con una marcada brecha de género (53,9 de tasa de cobertura masculina frente al 44,7 de tasa de cobertura femenina). Sin embargo, teniendo en cuenta las personas demandantes inscritas sin ocupación de ese mes, el nivel de desprotección en la Comunidad de Madrid es mayor: 209.277 personas querían trabajar y no tenían ni empleo ni prestación. Respecto a la calidad de las prestaciones, de los 158.821 beneficiarios y beneficiarias tan solo 95.163 tienen prestación contributiva.

    El segundo elemento a corregir es la desigualdad. Sin bien se han reducido las mujeres desempleadas inscritas en noviembre en 4.030, frente a 1.891 hombres, esta reducción se enmarca en un contexto de retirada de mujeres del mundo laboral. Tras unos meses malos para el empleo femenino, el número de activas (según datos de la EPA) se ha reducido en 7.700 mujeres. Y este incremento de mujeres que no tienen un empleo y han dejado de buscarlo enmascara el paro femenino. Aun así, siguen siendo mujeres 6 de cada 10 personas desempleadas.

    Otra cuestión a corregir es la fuerte inestabilidad y la poca calidad del empleo. Se genera empleo muy estacional, ligado en muchas ocasiones a las campañas de venta en el comercio (es significativo que este mes casi toda la reducción del paro se produzca en el sector de los servicios) y con una alta temporalidad que ha vuelto a repuntar: más del 82% de los contratos firmados son temporales.

    Por sectores, el desempleo se reduce en Servicios (un 2%), lo que supone 5.421 parados y paradas menos. Casi la totalidad de la reducción del paro en noviembre. Le sigue la Industria, con una reducción del desempleo del 1,7%, mientras que los parados y paradas de la construcción y la agricultura aumentan.

    Respecto al comportamiento de noviembre llama también la atención el incremento del desempleo entre las personas trabajadoras inmigrantes, que ha crecido en 589 y se sitúa en 56.612, mientras que el paro general se ha reducido un 1,68.

    Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, en el mes de noviembre se situó el 3.192.639, lo que supone también un incremento.

    CCOO de Madrid reclama que el empleo y la actividad económica sean una prioridad para las administraciones y objeto de atención prioritaria por parte de los agentes sociales, con dos objetivos: proteger a las personas para garantizar un presente sin desigualdad e impulsar un cambio de modelo productivo y calidad en el empleo para garantizar también un futuro de crecimiento estable y duradero, promoviendo sectores ligados al conocimiento, a la innovación y al alto valor añadido. Madrid, con unos niveles elevados de formación, centros universitarios y de investigación y comunicaciones tiene los elementos para apostar por un cambio de modelo productivo.