Comisiones Obreras de Madrid | 1 diciembre 2024.

Breve historia

La historia oficial de CCOO de Madrid se inicia en 1976, pero no la historia real de las Comisiones Obreras, unas comisiones que empezaron a forjarse de forma espontánea a mediados de los años cincuenta con el fin de trasladar determinadas reivindicaciones laborales en los centros de trabajo. Unas comisiones formadas por aquellos que vencían el miedo a las represalias y actuaban de portavoces de sus compañeros. Con el tiempo se convertiría en un importante movimiento sociopolítico con un papel activo en la transición para finalmente transformarse en un sindicato de corte tradicional, el primer sindicato de nuestra Comunidad, el primer sindicato del país.

LOS ORÍGENES

A mediados de la década de los años cincuenta, Madrid ya no era únicamente la capital administrativa y él más importante centro financiero y de servicios, sino también uno de los núcleos industriales más destacados del país. Las fábricas se concentraban, principalmente, al este y sur de la capital y los sectores más desarrollados eran el metalúrgico y la construcción.

A partir de 1954 empezaron a surgir en Madrid esporádicas comisiones de obreros para reclamar alguna modesta reivindicación ante la dirección de la empresa. Su génesis fue, en el fondo, muy sencilla. Ante la necesidad ocasional de hacer alguna reivindicación y dada la obvia imposibilidad de que la gestionase toda la plantilla, los pocos que se atrevían a plantear la demanda se ofrecían voluntariamente a tomar la palabra en nombre de todos. En eso consistía la comisión.

El origen de las comisiones de obreros "debe asociarse a la presencia de gente que venciendo el miedo a las posibles represalias, realizaba el trabajo previo, formulaban reclamaciones, establecían contactos de manera discreta y, finalmente, estaban dispuestos a actuar como portavoces de sus compañeros". Estos trabajadores eran, en su mayoría, militantes comunistas y activistas católicos.

A finales de los años cincuenta el de trabajadores dispuestos a impulsar el movimiento de las comisiones obreras era mas bien escaso. Pero habían acumulado experiencia y recursos organizativos y esto, unido a otra serie de factores, daría resultados en 1964 con la creación de la primera Comisión Obrera de alcance provincial: la Comisión de Enlaces y Jurados del Metal.

En una de las reuniones semanales, en la sede del sindicato provincial, la del 2 de septiembre de 1964, se decidió crear una Comisión de Enlaces y Jurados de la Metalurgia madrileña. Esta asamblea está considerada como hecho fundacional de las Comisiones Obreras de Madrid.

EL PROCESO CONSTITUYENTE: PRINCIPIOS

El proyecto largamente acariciado por CCOO era la Central Sindical Única. Pero la realidad fue demostrando que la unidad sindical era completamente inviable, ante la existencia de USO, el resurgir de la CNT y, sobre todo, por la fuerza que iba adquiriendo UGT. Las cosas quedaron definitivamente claras cuando la COS (Coordinadora de Organizaciones Sindicales) ni siquiera llegó a vertebrarse en Madrid. Por otro lado esta pluralidad sindical hizo necesaria la vertebración orgánica de las Comisiones en un sindicato.

Esta necesidad no se les planteaba solo a las Comisiones madrileñas, sino a las Comisiones Obreras de todo el país. Se inicio así un proceso mediante el cual "CCOO pasa a convertirse en un sindicato de tipo tradicional". Así se decide el 11 de julio de 1976 en la Asamblea Nacional de CCOO en Barcelona.

CONSTITUCIÓN DE LA CONFEDERACIÓN SINDICAL DE CCOO Y DE CCOO DE MADRID

Esta decisión se hace efectiva el 22 de septiembre de 1976, cuando la Coordinadora General de CCOO se reúne en Madrid y acuerda constituirse en sindicato con el nombre de Confederación Sindical de Comisiones Obreras.

Tras ratificar esta decisión, las comisiones de ramas madrileñas se transforman, a su vez, en sindicatos provinciales de rama y abren la afiliación a todos los trabajadores. El proceso, orientado y coordinado por la Comisión Inter-ramas, tuvo lugar a lo largo de todo el mes de octubre, mediante el sistema asambleario.

Se procedió a la transformación de CCOO de Madrid en sindicato en todas las ramas. Una vez constituidos los sindicatos de rama se nombraron las respectivas direcciones y se eligieron los delegados al pleno provincial. Este se celebró, aun en la clandestinidad, el domingo 14 de noviembre de 1976 en un colegio de religiosos de Aluche. En este pleno se constituyó la Unión Sindical de Madrid Región y se eligió al primer Secretariado de CCOO de Madrid.

En los meses siguientes, a lo largo de 1977, CCOO experimentó una afiliación masiva. Por estas fechas la economía entraba en una aguda crisis ante la cual el movimiento sindical debía tomar una nueva orientación.

1977-1985

Durante estos años los sindicatos aceptaron sacrificios económicos y se comprometieron a mantener la paz social para contribuir a consolidar la democracia. Parecía la postura mas adecuada para resolver los graves problemas económicos a los que se enfrentaba la clase obrera: el paro y la inestabilidad laboral. En estos primeros años, todos los sindicatos llevaron a cabo una estrategia basada en el consenso y la negociación, cuya máxima expresión fue "la adopción de una política de concertación social".

A pesar del consenso sindical, hubo movilizaciones, en 1979, contra el Estatuto de los Trabajadores y contra el Plan Económico del Gobierno (PEG), en 1983 contra la reconversión industrial y un paro general de 24 horas el 20 de junio de 1985 en protesta por la reforma de las pensiones, solo convocada por CCOO y apoyada por sindicatos minoritarios.

En el I y II Congresos de CCOO de Madrid, celebrados en 1978 y en 1981 es elegido como secretario general Fidel Alonso y en el III Congreso 1984 sale elegido secretario general Juan Moreno.

1986-1991

Juan Moreno es reelegido secretario general de CCOO Madrid en el IV Congreso en 1987 pero tras el IV Congreso Confederal se marcha a la Confederación en calidad de secretario de Relaciones Internacionales y en su lugar, en diciembre de ese mismo año, el Consejo Regional de la USMR elige a Rodolfo Benito como secretario general, quien será nuevamente reelegido en el V Congreso celebrado en 1992.

Durante este periodo se convocó la histórica huelga general del 14 de diciembre de 1988, la manifestación del 12 de diciembre de 1991 por la industria y el empleo en Madrid. Las circunstancias socioeconómicas eran muy diferentes. A mediados de los años ochenta la situación política se había estabilizado y la económica había experimentado transformaciones muy importantes. La crisis económica se daba por concluida y, en consecuencia, "los sindicatos consideraron que la época de los sacrificios para los trabajadores había tocado a su fin".

Una de las principales demandas sindicales de este periodo fue la disminución de la precariedad en el empleo, así como la creación de nuevos puestos de trabajo y la mejora de las condiciones laborales. También durante este periodo los sindicatos se hacen eco de los problemas de los sectores que no constituían su base tradicional.

La Propuesta Sindical Prioritaria (PSP)

Se volvía a luchar por programas globales, como la Propuesta Sindical Prioritaria (PSP), o la Iniciativa Sindical de Progreso (ISP). Paralelamente los sindicatos rechazaron la aceptación de grandes acuerdos sociales tutelados por el Gobierno y propugnaron un método de negociación radicalmente distinto al que se llevo en el pasado, basado en abordar de manera especifica cada uno de los puntos sin condicionar los unos a los otros.

A principios de 1989 CCOO de Madrid se incorporó al Plan de Empleo de la Comunidad de Madrid y el 22 de diciembre de 1989, CCOO y UGT firmaban, con el Gobierno regional, la PSP en Madrid, denominada "El Acuerdo de Madrid". Algunos de sus puntos más importantes fueron: el Ingreso Mínimo de Integración (IMI) "Salario Social"; el Consejo de Salud Laboral; la participación sindical en las empresas públicas de la Comunidad; la creación del Consejo Económico y Social (CES) de la Comunidad de Madrid y el Instituto Madrileño para la Formación (IMAF), entre otros.

Se puede afirmar que los sindicatos habían logrado articular políticas globales y aumentar su influencia y prestigio. En el terreno de las elecciones sindicales, CCOO de Madrid se consolidaba como la central sindical más importante de la Comunidad de Madrid al obtener más del 46 por ciento de los delegados sindicales.

1992-2000

Tres hechos marcan el inicio de 1992: las movilizaciones por la reindustrialización de la región; la Iniciativa Sindical de Progreso (ISP), que proponía la quiebra del modelo económico desarrollado desde 1982; y las movilizaciones contra el Decreto-Ley que recortaba las prestaciones por desempleo (conocido como el decretazo).

Estas movilizaciones desembocaron en un paro de media jornada el 28 de mayo en todo el Estado. A finales de año son los empleados públicos los protagonistas de las movilizaciones sociales por la congelación salarial, la oferta de empleo público y la eliminación de la cláusula de revisión salarial. En el mes de febrero se celebra el V Congreso de CCOO de Madrid.

En 1993 se firma, con el Gobierno Regional, el Pacto por la Industria y el Empleo en la Región, que conformaba tres ejes fundamentales: formación, empleo y política industrial; se firma entre CCOO y UGT una nueva normativa electoral que acabará con los vicios anteriores y dilata el periodo electoral en las elecciones sindicales a cuatro años.

El 2 de abril de 1993, por primera vez en la historia, los trabajadores de toda Europa se movilizaron conjuntamente por "Una Europa más social" convocados por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). La unidad de acción sindical con UGT se afianza con iniciativas conjuntas en materia de Salud Laboral, reforma del INEM, cobertura al desempleo, sustitución de Ordenanzas Laborales, etc.

También 1993 marca un hito en el número de desempleados: 3 millones a nivel estatal y más de 300.000 en la Comunidad madrileña. Ante esta situación, CCOO elabora el "Pacto por el Empleo", que contenía medidas para reactivar la economía, reformar el mercado de trabajo y la protección social, entre otras.

El 27 de enero de 1994 se convoca la última huelga general de ésta década como rechazo a las medidas de reforma laboral del Gobierno del PSOE que llevaba implícito la desregulación de las relaciones laborales, el recorte en las prestaciones por desempleo, la congelación salarial de los empleados públicos, el cambio en la revisión de las pensiones del IPC pasado al IPC previsto y la legalización de las empresas de trabajo temporal.

Además, se obliga a los parados a cotizar a la Seguridad Social y en el Impuesto sobre la Renta. Frente a estos recortes, a los empresarios se les concedían beneficios fiscales en el Impuesto de Sociedades. Este año se produce la aproximación de CC.OO a la CIOSL, ya que el V Congreso Confederal suprimió la prohibición estatutaria de afiliación a las confederaciones internacionales.

En Madrid se firma el Pacto por la Industria y en la negociación colectiva se frena la reforma laboral del Gobierno. Siete meses después de la huelga general de enero, el Gobierno central acepta buena parte de las propuestas sindicales. Se llega a un pacto para la derogación de las Ordenanzas Laborales.

Ley de Prevención de Riesgos Laborales

En 1995 se aprueba la Ley de Salud Laboral, después de 5 años de gestación. La tasa de cobertura por desempleo en Madrid baja 24 puntos desde 1992 y se firma el primer convenio de empresas de trabajo temporal. La política industrial es el eje de la política sindical durante este año, aunque desde hacia varios años CC.OO había denunciado la grave situación por la que atravesaba la industria española. Se da vía libre a la constitución de Comités de Empresa Europeos

Durante los años noventa, CC.OO de Madrid va dotándose de más servicios para los trabajadores, autónomos y desempleados y se firma el acuerdo para la creación del Consejo de Madrid para el Desarrollo Regional, el Empleo y la Formación, que contiene diversos organismos de participación y dialogo social entre los agentes sociales y el Gobierno de la Comunidad.

En 1996, después del periodo de computo abierto de elecciones sindicales CC.OO de Madrid sigue obteniendo el respaldo mayoritario de los trabajadores de la región y se alcanza la cifra de cerca de 100.000 afiliados. Sigue manteniéndose la estrategia del binomio presión - negociación. En febrero se celebra el VI Congreso Regional donde de nuevo es elegido como secretario general Rodolfo Benito. El empleo - estable y con derechos - fue el eje vertebrador de los debates congresuales.

El año 1996 está marcado por las movilizaciones de los empleados públicos, que culminan en la huelga convocada el 11 de diciembre en defensa del sector público y contra la política de privatizaciones, así como por la congelación salarial.

En el ámbito general se establece una nueva estrategia de negociación articulada y descentralizada a nivel territorial y sectorial en diferentes mesas de negociación independientes unas de otras. En junio, CCOO ingresa en la CIOSL. En octubre se firma el Pacto de Toledo, que contiene las medidas necesarias para garantizar las prestaciones a los pensionistas del futuro. La Unión de Madrid conmemora su XX aniversario.

A finales de año, los trabajadores madrileños se movilizan contra el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOU), que recalifica como suelo residencial la totalidad del suelo industrial en varios distritos de la capital, cuestión que afecta a 2.000 centros de trabajo y a 45.000 trabajadores.

Acuerdo por la Estabilidad en el Empleo

En 1997 se firma el II Acuerdo Nacional de Formación Continua y el Parlamento rechaza la Iniciativa Legislativa Popular presentada por CCOO para financiación de la enseñanza publica. El 28 de mayo se realiza otra jornada de acción de los trabajadores europeos para reivindicar los derechos sociales en Europa. En septiembre se firma el Acuerdo Marco para la Estabilidad en Empleo en Madrid, con el que se generan, al año de su vigencia, 178.000 contratos estables en el que se implica a los principales Ayuntamientos de la Comunidad. A finales de año se realizan movilizaciones por la mejora de la protección social a los parados, por las 35 horas y contra la regresiva Ley del IRPF.

El año 1998 está marcado por el proceso de elecciones sindicales, la campaña para reducir la jornada semanal en el camino hacia las 35 horas; las movilizaciones por el empleo y la protección social; las manifestaciones contra el "recetazo"; la política sanitaria y en defensa de la enseñanza pública. Entra en vigor el acuerdo que regula las condiciones de trabajo de los sectores que se quedaron sin protección al desaparecer las Ordenanzas Laborales.

En 1999 se firma con el Gobierno regional el acuerdo para mejorar la calidad y el empleo en la enseñanza pública con motivo del traspaso de las competencias en esta materia. Se presentan las firmas necesarias para que el Congreso discuta una Iniciativa Legislativa Popular para promover una Ley que regule la subcontratación en el sector de la Construcción. CCOO plantea y consigue una modificación de la legislación de las Empresas de Trabajo Temporal en la que se reconozca la equiparación salarial de los trabajadores de estas empresas con el convenio de las empresas donde prestan sus servicios.

En este periodo el secretario general de CCOO Madrid sigue siendo Rodolfo Benito hasta el VII Congreso Regional, mayo del 2000, en el que se marcha en calidad de secretario de Organización y Comunicación a la Confederación y en Madrid es elegido como secretario general Javier López.

2000-2004

Comienza el año 2000 con el periodo de computo de las elecciones sindicales en el que los trabajadores dan de nuevo el triunfo a CCOO en todo el Estado y, por supuesto, en Madrid, donde nuestro sindicato alcanza los 12.767 delegados sindicales, sacando al segundo sindicato -UGT- 3.271 delegados.

El año 2000 cierra un ciclo expansivo que se venía registrando desde mediados de la década de los años noventa. Los dos años siguientes la evolución económica parece entrar en una dinámica de ralentización del crecimiento, donde algunos países de la Unión Europea reflejan serias dificultades para abordar este nuevo ciclo. El año 2003, con diferentes tendencias en sus indicadores económicos y con una evolución dispar entre sus trimestres, logra recuperar el ritmo de crecimiento y salir de la situación de incertidumbre económica de los dos últimos años.

España en estos cuatro años ha mantenido tasa de crecimiento positivas, por encima de la media de la UE, con crecimientos del empleo importantes. Aún así, este crecimiento no ha servido para contribuir a la reducción de las diferencias que en políticas sociales, dotación de infraestructuras y de políticas de investigación y desarrollo aún nos separan de la media de la Unión Europea. También hay que señalar que este crecimiento se ha basado en gran parte en el tirón de la vivienda y de la demanda interna. El elevado endeudamiento de las familias, derivado del volumen de crédito hipotecario que han contraído, ha minado el ahorro de las familias poniendo en peligro el consumo y por tanto el crecimiento económico.

La economía madrileña, ligada a la economía española, ha mantenido una evolución económica muy similar. Las tasas de crecimiento tanto de la economía como del empleo han estado unas décimas por encima de las españolas, aunque la economía madrileña ha reproducido los problemas que se han generado en el resto de España: empleo con bases productivas poco sólidas basadas en la construcción y en los servicios, con una pérdida importante de peso industrial, altas tasas de temporalidad no sólo en el sector privado sino también con un preocupante incremento en el sector público. Reducción drástica de la capacidad inversora del sector público y potenciación de la privatización de políticas sociales y abandono de las políticas de I+D+I.

La economía española y la madrileña no han podido reducir algunos indicadores de convergencia con la UE antes de la incorporación de los nuevos países europeos.

Guerra de Irak, Prestige y 20-J

El periodo comprendido entre 2000 y 2004 coincide con una mayoría absoluta del Partido Popular tanto en el Gobierno central como en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid. Una mayoría absoluta administrada con arrogancia que va a marcar todas las decisiones políticas: la aprobación de un Decreto, conocido como Decretazo que contenía graves recortes de los derechos y de las prestaciones por desempleo, además de hacer más fácil y más barato el despido, la entrada de España en la guerra de Irak, que provocó el rechazo del 90 por ciento de la sociedad española y las manifestaciones más grandes desde la Transición, especialmente la primera de ellas, el 15 de febrero de 2003, la pretensión de aprobar la LOE, Ley Orgánica de Enseñanza, sin consenso social, el desastre del Prestige y la gestión posterior, cuestiones todas que generan un enorme rechazo y una movilización social constante en la que CCOO de Madrid desempeña un papel organizativo y de apoyo muy importante.

La huelga general del 20-J en el 2002 revistió en Madrid una mayor dureza porque se quería por parte del Gobierno escenificar en la capital el fracaso de la jornada. La represión policial implicó decenas de detenidos. La manipulación informativa adquirió tal grado de escándalo que el director de Informativos de TVE, Alfredo Urdaci, fue denunciado por CCOO y condenado en una sentencia histórica.

Para hacer frente a la ralentización de la economía y frenar "la crisis internacional de empleo y competitividad", las organizaciones empresariales y sindicales firman en diciembre de 2001 el primer Acuerdo Interfederal de Negociación Colectiva, un acuerdo que supone la moderación de los salarios a cambio de la creación de empleo. Un acuerdo prorrogado en el año 2003, muy criticado por los sectores críticos del sindicato, fundamentalmente porque las condiciones económicas habían cambiado y no se había demostrado su efectividad.

La negociación colectiva estos años ha supuesto por otra parte la paulatina introducciòn de cláusulas sociales muy importantes, cláusulas para garantizar la igualdad de oportunidades, cláusulas para mejorar la salud laboral, contra la violencia de género etc.

En cuanto a los temas de política regional, este es un período de asunción de competencias por parte de la Comunidad, tanto en lo que se refiere a políticas activas de empleo como a las de ámbito judicial y sanitario. Mientras en el primer caso se produce cierta voluntad de diálogo y acuerdo por parte del gobierno regional, en ámbitos como el sanitario la confrontación será casi permanente.

Servicio Público Regional de Empleo

Tras un intenso periodo de negociación, en el seno del Consejo de Madrid para el Empleo, el Desarrollo y la Formación, el 3 de julio de 2001 se firma un acuerdo suscrito por el Gobierno de la Comunidad, CEIM, CCOO y UGT acerca de la naturaleza, funciones, estructura y actuaciones del Servicio Público Regional de Empleo. El SPRE, que venia a sustituir al INEM excepto en lo relativo a las prestaciones por desempleo, será un organismo autónomo, de carácter administrativo, que suponía la fusión de distintos organismos y agencias integrando además ocho centros de formación propios y 40 oficinas de empleo. En este mismo periodo se creó el Consejo de Formación Profesional, de cuya Comisión Permanente entra a formar parte la Unión de Madrid. Además, CCOO Madrid pone en marcha el Centro de Empleo y Formación Abogados de Atocha.

Este periodo se caracteriza también por la deslocalización de empresas y la externalización de actividades, lo que lleva por un lado al cierre de muchas empresas del sector industrial y por otro al desempleo y la precarización laboral lo que genera muchos conflictos laborales, Poliseda, Piaggio, Sanmina, Flextronics, Avanzit, Robert Bosch han sido sólo algunos de ellos.

Pero quizás el conflicto más importante por su duración, por el número de trabajadores afectados, por las repercusiones sociales y por lo que tuvo de aldabonazo de conciencias fue el de Sintel, cuyos trabajadores, un 90 por ciento afiliado a CCOO, mantuvieron durante seis meses un Campamento en pleno Paseo de la Castellana, desde el 1 de enero de 2001 hasta el 3 de agosto, en que Gobierno y sindicatos llegaron a un acuerdo que supuso el levantamiento del campamento. Una movilización muy dura en la que la Unión de Madrid se implicó al máximo para dar todo su apoyo y solidaridad. El desarrollo posterior de estos acuerdos sería objeto de controversia y rechazo por parte del grueso de trabajadores aunque la Unión, dentro de sus posibilidades, siempre mantuvo su apoyo a un colectivo que más allá de sus propias y concretas reivindicaciones demostró que los trabajadores no tenían porqué asistir impasibles a la transformación de un mercado laboral en el que pasaban a ser mera mano de obra usada y consumida como cualquier mercancía.

Plan Director de Prevención de Riesgos Laborales

En el ámbito laboral y en materia de Salud Laboral fue muy importante también la firma en el año 2001 entre Gobierno y agentes sociales del I Plan Director de Prevención de Riegos Laborales, un plan integral que implica visitas a empresas y aborda acciones de formación, información, sensibilización, divulgación y estudio e investigación que ha seguido teniendo continuidad. Este Plan fue la culminación de todo un trabajo desarrollado en torno a la salud laboral, denuncias, personaciones en causa de accidentes, asesoramiento técnico etc.

Respecto de la enseñanza, aunque en 1999 se firmó el Acuerdo por la Calidad del Sistema Educativo, CCOO ha seguido defendiendo la educación pública, reivindicando permanentemente las deficiencias en escolarización y dotaciones educativas así como la universalización de la educación infantil, uno de los caballos de batalla dada la escasez alarmante de plazas públicas en el tramo de 0 a 3 años. Además durante estos años, la población inmigrante ha aumentado considerablemente escolarizándose masivamente en la educación pública lo que ha llevado a denunciar reiteradamente el incumplimiento de la ley por parte de los colegios concertados en cuanto a las cuotas de alumnado con necesidades compensatorias que deben escolarizar.

En este periodo se producen también las transferencias sanitarias, un proceso criticado por los sindicatos por la falta de negociación y consenso y porque se producía con un traspaso insuficiente de recursos. Por otro lado, la Ley de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, LOSCAM, se aprobó también sin la participación ni el consenso con los sindicatos. CCOO defendió durante todo este periodo la universalización, suficiencia y equidad de las prestaciones, una reordenación de las áreas sanitarias que permitiese una mejora de la calidad asistencial y mayores recursos para la atención sociosanitaria dirigida a una población cada vez más envejecida.

En el ámbito de Políticas Sociales fue muy importante y pionera en el país la aprobación de la Ley de Rentas Mínimas de Inserción, gracias a la iniciativa y no sólo el apoyo sino también el impulso de los sindicatos. Esta ley reconocía un derecho subjetivo y, por tanto, al margen de las decisiones del Gobierno regional de turno, aseguraba mayores recursos que el Ingreso Mínimo de Inserción y se ampliaba a más colectivos.

Durante estos años CCOO se implicó también de una manera más intensa en todos los temas relacionados con el desarrollo y la movilidad sostenible, unos años en los que ha predominado la especulación urbanística y la poca atención dispensada por el Gobierno regional al medio ambiente.

En el momento del VIII Congreso, en mayo de 2004, en el que es reelegido secretario general Javier López, CCOO Madrid cuenta con 136.662 afiliados, y 14.593 delegados sindicales, 3.400 más que UGT.

2004-2009

El segundo mandato de Javier López se inicia con una serie de prioridades, entre ellas la defensa del tejido productivo. No en vano se vienen produciendo cierres en factorías emblemáticas de Madrid. Deslocalizaciones, en muchos casos, de empresas que se marchan a los países del Este o de Asia en busca de costes laborales más bajos o legislaciones fiscales o medioambientales más permisivas, espoleadas también por la especulación inmobiliaria. Este fenómeno se multiplicará a lo largo de los siguientes cuatro años hasta enlazar prácticamente con la crisis financiera y los consecuentes expedientes de regulación y despidos masivos.

Cierran Nissan en Cuatro Vientos y Renault Vehículos Industriales en Villaverde. No son las únicas. Les seguirán Valeo Alcalá, Polialcalá, Garza Diviloc, Gate, parte de Roca, Tyco Electronics, Cedasa, Thyssenkrupp Bilstein Iberica, Paulstra, Bosch, TRW Automotive, Rosfotocolor, Química Sintética, Nokia Siemens Network, Koxka, Mateu cromo y Mateu Liber, Poliseda, Papelera Centro, Fruehauf

No sólo la industria automovilística, de componentes, el sector químico o gráficas se vieron afectados. Otras empresas de otras ramas también, así Coronita, Panrico, Seginsa, o comercios como Madrid Rock u hoteles como el hotel Suecia o el Crowne Plaza sufrieron, en estos casos, las consecuencias de la brutal especulación.

En los cuatro años que van de 2003 a 2007 el peso de la industria sobre el PIB pasó de un 11% a un 8%.

CCOO no deja de denunciar esta situación. En junio de 2004 tendrá lugar una gran manifestación por la industria de la automoción ante el cierre de Nissan y Renault VI y se pide un fortalecimiento del sector y más inversión en I+D+i en las partidas presupuestarias. Entre otras iniciativas y aparte de las numerosas movilizaciones llevadas a cabo en cada una de las empresas afectadas por eres y cierres, en julio de 2004, CCOO y UGT presentan a la Comunidad 105 medidas para mejorar el empleo, el tejido productivo y las políticas de igualdad. En abril de 2005, CCOO participa en la elaboración del Mapa Industrial de Madrid. En 2007, todas las federaciones industriales de CCOO y UGT firman un manifiesto y convocan una gran manifestación en defensa de la industria. En febrero de 2009, diez mil personas salen a la calle en Alcalá en defensa del empleo y la industria.

Pleno empleo pero precario y temporal

Proféticamente, CCOO viene advirtiendo de un modelo de crecimiento económico español, del que Madrid es paradigma, que, a pesar de generar mucho empleo carece de bases sólidas y se asienta en la construcción y los servicios.

En este sentido, mientras la Comunidad de Madrid se vanagloria de ser el motor de España, CCOO no deja de poner el acento en la precariedad y temporalidad laboral que llega a afectar en 2007, a las puertas de la crisis, a cerca de un 30% de la población trabajadora madrileña. Población que cuando la crisis llegue, será la primera en ser expulsada del mercado laboral.

En 2004 la presidenta Esperanza Aguirre anuncia un plan de choque contra la temporalidad comprometiéndose a que se reduzca hasta un 18%. Los siguientes años CCOO no dejará de reivindicar un plan que, al igual que otros, nunca verá la luz.

La precariedad afecta muy especialmente a los jóvenes. CCOO apoya un documento elaborado por el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid en 2007 con 290 propuestas. Los jóvenes de CCOO elaboran la campaña En el trabajo, que no te chupen la sangre a principios de 2008. La precariedad también afecta a los inmigrantes que, además, cobran hasta un 30% menos que los trabajadores madrileños. Ninguna medida será aprobada por el Gobierno regional para hacer frente a estos problemas.

El 7 de Octubre tendrá lugar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente con una gran manifestación en Madrid cuyo eslogan es el rechazo a la Directiva europea del Tiempo Trabajo que pretende permitir jornadas laborales de hasta 65 horas. Es la llamada 'directiva de la vergüenza". El 17 de diciembre de 2008 el Parlamento Europeo dice No a las 65 horas.

Servicios públicos frente a privatizaciones

Las políticas privatizadoras de Esperanza Aguirre han marcado estas dos legislaturas obligando a CCOO a situar como una de sus prioridades máximas la defensa de los servicios públicos.

La enseñanza está marcada por unas políticas y unos presupuestos que benefician a la enseñanza privada y privada concertada al tiempo que los recortes constantes van deteriorando la escuela pública. Si 2004 se inicia con movilizaciones en todo el sector educativo por la no renovación de los acuerdos firmados con anterioridad, la firma en 2005 de un gran acuerdo educativo sólo servirá para provocar continuos conflictos en los años siguientes, tres huelgas generales (las primeras en 10 años) y numerosas movilizaciones, debido a los incumplimientos que se suceden desde el mismo momento de la firma: cesiones de suelo público a colegios privados y concertados, transferencia de recursos de la red pública a la red privada, desequilibrios en el reparto del alumnado con necesidades especiales de escolarización (escolarizados en su mayoría en centros públicos), la aprobación de una serie de normativas como el decreto de mínimos que reduce de manera alarmante los requisitos para abrir una escuela infantil o el de contenidos curriculares que deteriora la calidad de la educación en este tramo de la enseñanza

En este tiempo, CCOO pondrá en marcha campañas como El suelo público para la escuela pública o La escuela pública no se vende, es nuestra.

Esperanza Aguirre se limitará a implantar una prueba en 6º de Primaria que en vez de servir para reforzar aquellos colegios por debajo de la media en resultados escolares sólo servirá para crear un ranking público que discriminará a los centros menos favorecidos. Aprueba también una Ley de Autoridad con el fin de reforzar la autoridad del profesorado por la vía coactiva. Las más de 70.000 firmas recogidas por CCOO y UGT para una Iniciativa por la Convivencia Escolar con medidas de carácter integral, caerán en saco roto.

En el ámbito sanitario, estos años están marcados por la puesta en marcha de una política externalizadora y privatizadora. La propuesta estrella de Aguirre de construir ocho hospitales se saldará con la externalización en ellos de los servicios y el personal no estrictamente sanitario que pasan a estar gestionados por las empresas adjudicatarias de su construcción. Valdemoro tendrá toda su gestión privatizada pasando a manos del grupo Capio. Pero además, la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de 2007 abre las puertas a una futura privatización de los hospitales públicos madrileños a través de su transformación en empresas públicas. Se privatizan los laboratorios y, por último, se aprueba la sustitución de las once áreas sanitarias por una única área a través de la llamada Ley de Libertad de Elección. El proceso de traslado de profesionales de los hospitales tradicionales hacia los nuevos (recurrido y ganado por CCOO), la contabilización de las listas de espera al margen de los criterios del Estado con el fin de escamotear las demoras, así como la prohibición en 2008 de contratar personal temporal son otras de las decisiones que generarán numerosas movilizaciones y dos huelgas generales en diciembre de 2006 en defensa de la sanidad pública.

El caso por presuntas sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa, desencadenado en marzo de 2005, que acabó con el cese del doctor Montes y otros profesionales acusados injustamente, puso en marcha numerosas manifestaciones de protesta y actos de apoyo de organizaciones y asociaciones de todo tipo en las que CCOO tuvo un papel principal. Todo terminó con el archivo de la causa por parte de los tribunales aunque no se consiguió que el máximo responsable de la agresión al hospital y sus profesionales, Manuel Lamela, dimitiera.

En otros ámbitos, la decisión de privatizar ya se ha tomado, como en el caso del Canal de Isabel II o Telemadrid, aunque en este último, la normativa nacional lo impide de momento.

Telemadrid, su gestión, así como la utilización partidista por parte del Gobierno de Aguirre, ha sido también causa permanente de conflictos. El año 2004 concluye con cinco paros por el bloqueo del convenio colectivo. El desprecio permanente a la representación de los trabajadores ha sido constante en las direcciones del ente desde la llegada al poder de Esperanza Aguirre y el nombramiento en la dirección de la cadena de Manuel Soriano. En 2006 los comités de empresa de Telemadrid y Onda Madrid se dirigen a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para que investigue si la gestión del ente vulnera el derecho a la libertad de expresión. La emisión de un reportaje titulado Las sombras del 11M, alentando la denominada teoría de la conspiración y la autoria del atentado por parte de ETA, es sólo un ejemplo. En diciembre de 2006 nueva huelga en Telemadrid. A consecuencia de ella son despedidos 4 trabajadores. En 2007 continúan los paros para exigir la retirada de las medidas disciplinarias. El 24 de junio y el 1 de julio nuevas huelgas en la cadena que dan lugar, ante la falta de negociación de los servicios mínimos, a que la tele se vaya a negro. Apagón histórico. En los últimos tiempos y aunque con la nueva directora, Isabel Linares, los sindicatos (CCOO preside el comité de empresa) han llegado a algunos acuerdos de carácter laboral, la manipulación, cada vez más obscena, y el partidismo sectario siguen siendo las señas de identidad de una cadena que, si en sus inicios llegó a tener hasta un 19% de audiencia, se encuentra en la actualidad con niveles por debajo del 8%.

El carácter sectario ha sido definitorio de la política general de comunicación del Gobierno Aguirre. En 2005 el reparto de licencias de TDT beneficia única y exclusivamente a grupos y personas afines a la presidenta: Jiménez Losantos, la Cope, El Mundo, la Iglesia, Intereconomía, el presidente del Atlético del Madrid, Enrique Cerezo, Canal 7 o a aquellos de los que no debe esperar daño, Onda Cero o Kiss FM. Localia, Tele K o Canal 33, que llevaban años emitiendo, quedan fuera. La convocatoria resulta escandalosa: Excepto dos, ninguno de los proyectos beneficiados en el concurso estaba operativo y 4 del total se constituyeron con posterioridad al concurso. CCOO apoya las denuncias y recursos interpuestos por Tele K.

La política sectaria del Gobierno Aguirre se ha extendido a todos los organismos de participación, entre ellos y muy especialmente el Consejo Económico y Social o la misma Caja Madrid, objeto durante meses de una batalla encarnizada a cargo de la Comunidad de Madrid que busca el control del poder. La actitud de CCOO fue en todo momento apoyar soluciones de consenso que dieran participación a los representantes de los distintos poderes políticos, organizaciones, impositores y municipios presentes en la Caja.

Otros organismos son inutilizados. Así, el Consorcio Regional de Transporte ha sido inhabilitado en su papel de coordinador y planificador de políticas de transporte público.

En otros ámbitos, dentro del sector público, destacaron también las luchas de los agentes forestales tras la aprobación de la Ley de Medidas Urgentes en 2006, que impedía su entrada en las fincas privadas (el 80% del terreno forestal madrileño) para realizar sus labores de inspección. O la puesta en marcha de una campaña para exigir la ampliación del espacio protegido del futuro Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, incluyendo los piedemontes amenazados por la especulación inmobiliaria y el "ladrillismo". La Comunidad aprueba a finales de 2008 un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales que disminuía a tal punto las hectáreas protegidas del futuro Parque que, a decir de CCOO, "tan sólo protege las cumbres". CCOO recurre al Defensor del Pueblo que requiere, sin éxito, explicaciones al Gobierno regional. El 5 de febrero de 2009 CCOO presenta en el Museo de Ciencias Naturales el libroLa protección de la Sierra de Guadarrama y entorno.

En 2005, CCOO rechaza y califica de auténtico disparate la Ley del Suelo de Aguirre que se anuncia para la primavera de 2006. Pretende eximir a los municipios de menos de 5000 habitantes de la obligatoriedad de reservar el 50% del suelo para vivienda protegida y que la aprobación de los planes urbanísticos locales no necesiten contar con el visto bueno de la Comunidad. Según CCOO, nunca se había construido tanto y nunca habían crecido tanto los precios. Frente a esto, CCOO exige un Plan de Ordenación Territorial que ponga orden en el "tsunami urbanístico". En la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2007, el Gobierno regional introduce unas modificaciones sobre la Ley del suelo vigente. Para el sindicato se trata de medidas que potencian la 'depredación urbanística'. Entre ellas están la aprobación por silencio administrativo de modificaciones puntuales del planeamiento urbanístico, o el permitir nuevos usos de suelo en el urbanizable sectorizado y en el no urbanizable de protección.

En otoño de 2006 CCOO y UGT ponen en marcha una campaña en defensa de los servicios públicos que culmina en 2007 con una manifestación bajo el lema "En tu vida, lo público es esencial".

Defensa de derechos

Las iniciativas de CCOO en estos años han tenido como fin la defensa de los servicios públicos, de un modelo productivo sólido y con un empleo estable y también la defensa de derechos laborales y sociales.

El año 2005 se inicia el proceso de normalización de trabajadores extranjeros aprobado por el Gobierno Zapatero. Un proceso que, en Madrid, CCOO seguirá de cerca a través de reuniones con Delegación del Gobierno para pedir agilización en el proceso y mayores recursos, o a través del asesoramiento a los trabajadores extranjeros en los CITEs del sindicato. Además, se denuncian de manera permanente las situaciones de ilegalidad y explotación que, en algunos casos, y gracias a la gestión del sindicato concluirán con la regulación de los trabajadores denunciantes. Cerca de 140.000 trabajadores extranjeros pudieron normalizar su situación laboral en Madrid.

En cuanto a la política regional hacia la población inmigrante, CCOO rechaza el Plan de Integración de la Comunidad de Madrid porque, a su juicio, no integra, crea redes paralelas de atención a esta población (los CASI), no establece medidas en temas como el empleo o la formación y fomenta el clientelismo y los aspectos folclóricos al modo de las casas regionales. Han sido, por otra parte, planes sin consensuar ni negociar con los agentes sociales. En 2008 CCOO pone en marcha la campaña "Diferentes en el origen, iguales en el trabajo".

La salud laboral ha sido otro de los temas claves de este último mandato en CCOO de Madrid. En julio de 2004 se firma el II Plan Director en Prevención de Riesgos Laborales que busca reforzar el personal técnico y de apoyo, la atención a los riesgos psicosociales, las visitas en el sector de la construcción, la creación de comisiones específicas como el amianto o la integrada por Fiscalía, Judicatura e Inspección de Trabajo, por primera vez. Un año después, CCOO denuncia el "desarrollo pobre e insuficiente" del plan y exige la implicación real de consejerías como Sanidad y el aumento de fiscales, una mayor formación para jueces y abogados y la incorporación de los municipios. El 19 de septiembre de 2006, se firma un acuerdo entre la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid, el Decanato de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid para aunar esfuerzos en la lucha contra la siniestralidad laboral en la capital, con la adhesión de CCOO y UGT de Madrid. Por el momento, no se ha conseguido firmar un acuerdo similar con la Comunidad de Madrid. En junio de 2008 se firma el III Plan de Prevención de Riesgos Laborales con "una tardanza incomprensible" según CCOO.

La Ley de dependencia se aprueba en el contexto de diálogo social a nivel nacional y gracias a una reivindicación constante de CCOO. En Madrid, el sindicato se ve obligado casi desde el principio a denunciar el incumplimiento en la aplicación de la ley. La comunidad de Madrid es el "farolillo rojo", el último de la fila en todo el Estado. En mayo de 2008, CCOO denuncia que ningún gran dependiente ha recibido las prestaciones que le corresponden por Ley. CCOO crea el servicio Comdependencia para ayudar en el asesoramiento y denuncia de las personas afectadas.

La aprobación de la Ley de igualdad llevó en Madrid a exigir su aplicación así como a fomentar su incorporación en los convenios colectivos. CCOO, por otra parte, participará en seis proyectos Equal para el acceso, permanencia y promoción de las mujeres en el mercado laboral. Por otro lado, CCOO de Madrid decide en este mandato, sumarse, con una concentración, a los actos que se celebran cada 25 de noviembre contra la Violencia de Género.

También en el marco del reconocimiento de la igualdad, CCOO firma diferentes convenios con organizaciones que representan a las personas LGTB (gais, lesbianas, transexuales y bisexuales).

En cuanto a la reivindicación del derecho a conciliar vida laboral y personal, ha tenido un carácter muy protagonista en sectores como el comercio en su lucha contra la ampliación de horarios comerciales y la exigencia del cumplimiento del derecho al descanso, ganado incluso con sentencias en los tribunales. El 14 de diciembre de 2008 tuvo lugar una gran manifestación en defensa de estos derechos.

Por otra parte, CCOO continúa a través de la Fundación Madrid Paz y Solidaridad poniendo en marcha proyectos de cooperación para fortalecer la sociedad civil y específicamente el sindicalismo de clase y democrático, las organizaciones sociales y el movimiento de mujeres especialmente en países de Latinoamérica. En estos años además, aquejada la fundación por recortes en las subvenciones a proyectos.

En 2005, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional dicta una sentencia que avala las tesis de Rigoberta Menchú, de CCOO de Madrid y otras asociaciones para que España investigue los delitos de genocidio, torturas, asesinatos y detención ilegal en Guatemala entre 1978 y 1986. CCOO de Madrid llevará a partir de entonces la defensa de la líder guatemalteca y otras víctimas de esta causa en los Tribunales.

En cuanto a la violencia terrorista que tiene lugar en casa, en 2008 ETA acaba con la tregua decretada dos años antes, haciendo estallar una bomba en la T4 de Barajas que acaba con la vida de dos personas. CCOO convoca junto a UGT y otras organizaciones una manifestación que en su afán de ser unitaria cede a las pretensiones del PP y de la AVT en cuanto al lema de la manifestación. Este, "Contra ETA, Por la Paz y la Libertad", sólo debía mencionar la palabra Libertad. A pesar de ceder, finalmente dichas organizaciones no se unen a la concentración convocada en la Puerta de Alcalá.

El brutal atentado del 11M en marzo de 2004, con una mayoría de víctimas de trabajadores y jóvenes estudiantes, lleva a CCOO y UGT Madrid a implicarse en unos actos anuales de recuerdo a las víctimas, junto al Sindicato de Actores y la Asociación Afectados por el 11M, presidida por Pilar Manjón, sindicalista de CCOO y madre de uno de los asesinados. El recuerdo ha estado siempre acompañado por la reivindicación del apoyo merecido y no siempre otorgado por las administraciones, especialmente el Gobierno regional, hacia las víctimas y concretamente hacia la asociación mayoritaria, presidida por Manjón.

Sin diálogo social

Estos años han estado recorridos y atravesados en todos los ámbitos y espacios por un factor fundamental en cuanto a las relaciones entre Gobierno autonómico y sindicatos: el bloqueo, en el mejor de los casos y la ausencia, en general, de diálogo social. El rechazo por parte del Ejecutivo a llegar a acuerdos en múltiples materias y el incumplimiento sistemático de éstos tras alcanzar una firma. Salvando los sucesivos planes de prevención de riesgos laborales, aquejados eso sí de retrasos injustificables, el resto quedaron en poco más que papel mojado. Así, el Acuerdo por el Empleo y el Crecimiento Económico de la Comunidad de Madrid firmado el año 2004, el acuerdo educativo firmado en 2005 o el Protocolo General suscrito entre la Comunidad de Madrid, CEIM, CCOO y UGT sobre el acuerdo por la reactivación económica y el empleo en la Comunidad de Madrid, firmado en enero de 2009. No acabó de concretarse hasta 2010 en dos acuerdos, uno sobre Industria y otro sobre I+D+i, en la actualidad, congelados.

Por último, en los dos últimos años, y en sintonía con la ausencia de diálogo social con los máximos responsables sindicales, el Gobierno regional ha llevado a cabo una campaña negativa contra los sindicatos y los representan sindicales, concretamente los liberados, como no se había hecho nunca. Una campaña que ha buscado la criminalización de los sindicatos, su desprestigio y su deslegitimación como agentes sociales y como pilares del estado de derecho.

Amparado además en el contexto de crisis, a partir de 2009 y 2010, el Gobierno regional ha recrudecido sus agresiones a través de la reducción unilateral de representantes sindicales liberados para funciones sindicales y a través de la marginación sistemática a la hora de proporcionar información y contar con ellos en el ámbito de las relaciones laborales.

Actos

Si hay tres acontecimientos reseñables estos años, uno de ellos es, sin duda, el homenaje a Marcelino Camacho. Primero a nivel confederal y posteriormente en la Unión de Madrid el 28 de marzo de 2008.

Otro de ellos es la constitución de la Fundación Abogados de Atocha el 2 de junio de 2005 con el objeto de mantener vivo el recuerdo de las personas que sufrieron el brutal atentado del 24 de enero de 1977: Enrique Valdevira, Javier Sauquillo, Javier Benavides, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez Leal, Alejandro Ruiz Huertas, Mª Dolores González, Luis Ramos y Miguel Sarabia. Con ese fin instituye unos premios anuales que serán concedidos a personas e instituciones por su lucha en la consecución de las libertades democráticas en España y en defensa de los derechos de los trabajadores.

En 2005, el premio fue concedido a los despachos de abogados laboralistas, recogido por una de las fundadoras, Mª Luisa Suárez. En 2006, Marcelino Camacho y Joaquín Ruiz-Giménez fueron los homenajeados. En 2007, el Pueblo español, en las manos de los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo. En 2008, las mujeres de los presos franquistas y en 2009 la UMD y la Asociación de Abogados Laboralistas y sindicalistas de Colombia.

El 22 de enero de 2007 la Fundación fue recibida por el presidente del Gobierno y el 22 de febrero por el Rey.

En estos años han muerto Miguel Sarabia (21/01/2007) y Luis Ramos (9/11/2005).

El tercero de los actos más reseñables durante estos cuatro años, entre 2004 y 2009 fue la conmemoración el 1 de diciembre de 2006, del 30 aniversario de CCOO de Madrid. Aniversario que será celebrado con diversos actos y con la edición del libro La historia también es nuestra.

En cuanto a la actividad cultural de CCOO de Madrid, el Ateneo 1º de Mayo ha continuado con sus actividades tradicionales, Muestra Infantil de Teatro, Muestra de Cine y Trabajo, Cursos, Tertulia Poética, conciertos de la Banda Sinfónica. Aparte se celebraron convocatorias muy interesantes entre las que cabe destacar el estreno el 8 de septiembre de 2006 de la obra de Pepe Rubianes "¿Lorca eran todos?", censurada en el resto de teatros de Madrid.

La Fundación Sindical de Estudios multiplica su actividad durante estos años con la creación de diversos observatorios sociolaborales, la organización de jornadas, seminarios y conferencias o la publicación de numerosos títulos dedicados al debate y reflexión en torno al papel del sindicalismo y el análisis de la sociedad, entre otras iniciativas.

La crisis

Cuando termina el segundo mandato de Javier López, en febrero de 2009, la crisis ya es un hecho y las consecuencias se han venido produciendo a lo largo de 2008 aunque el año 2009 será aún más nefasto. Se duplican el número de desempleados y cierran miles de empresas en una comunidad que, aunque mantiene medias mejores que el resto del país en términos de paro, sufre desde el primer momento una evolución más negativa. El Ejecutivo Aguirre se niega desde el principio a habilitar ningún tipo de ayuda para los desempleados, complementaria de las aprobadas a nivel nacional y reclamadas desde el principio de la crisis por los sindicatos.

Afiliación y representación

La afiliación del sindicato crece entre 2004 y 2009 un 17,2 por ciento, pasando de 137.484 a 166.044. En cuanto a la representación sindical, en mayo de 2004, CCOO tenía en la región 14.589 representantes y en febrero de 2009, 18.086. Esto representa un 24 por ciento de aumento. En ese momento, CCOO sigue siendo la primera fuerza sindical con el 42 por ciento de los delegados de la región, 10 puntos y 4.000 delegados por encima de la segunda fuerza sindical.