Comisiones Obreras de Madrid | 15 enero 2025.

Madrid mantiene estancadas sus cifras de desempleo, aunque crece la afiliación a la Seguridad Social

    03/12/2019.
    Temas
    Oficina de empleo en Madrid

    Oficina de empleo en Madrid

    En noviembre el paro se redujo en la región en 2.855 personas y se situó en 343.131. Es el descenso más bajo para este mes desde 2013 y sitúa la reducción interanual del paro en tan solo un 0,79% (2.745 personas desempleadas menos como resultado de todo el año). Mientras, sigue creciendo la afiliación a la Seguridad Social, lo que indica que Madrid genera empleo, aunque insuficiente para ocupar a todas las personas que quieren trabajar.

    El mes de noviembre supuso una reducción del paro de 2855 personas. Sobre todo se redujo el paro femenino en 2.500 demandantes menos, mientras que entre los hombres prácticamente se mantuvo sin variación.

    Por sectores, la mayor bajada del paro se produjo en servicios (2.904 personas menos), seguido de parados sin empleo anterior e industria, con poco más de 200 personas desempleadas menos. La bajada del paro en servicios, ligada a las campañas comerciales que es recurrente en todos los meses de noviembre, está también vinculada al mejor comportamiento del paro entre las mujeres.

    Por edades, el paro ha bajado tanto entre los más jóvenes (785 personas desempleadas menos) como entre los y las mayores de 25 años (2.070 personas menos). Entre las personas desempleadas registradas extranjeras, el paro se ha incrementado en 668 personas.

    Aunque el paro se ha reducido este mes, y lo ha hecho además coincidiendo con una subida del paro en el conjunto del Estado, los datos de desempleo no son positivos. En noviembre de 2018 el paro se redujo en casi 6.000 personas. El descenso interanual de los meses de noviembre de los últimos años ha sido de entre el 8 y casi el 10%. Ahora mismo Madrid solo ha conseguido reducir el paro en un 0,79% respecto al mismo mes del año pasado.

    Respecto a las prestaciones por desempleo, en el último mes del que se tiene el dato (octubre) los beneficiarios y beneficiarias de algún tipo de protección fueron 178.139 personas. De ellas 105.057 cobran una prestación contributiva y 73.082 una ayuda no contributiva. Sin tener en cuenta a las personas paradas no registradas o sin empleo anterior, la tasa de protección no llega ni al 55% de las personas en paro. Solo seis de cada diez hombres parados y cinco de cada diez mujeres son beneficiarias de prestación. Si se tiene en cuenta a todos los y las demandantes de empleo que no tienen una prestación la cifra de personas desprotegidas es aún mayor. Más del 40% de las personas que tienen una prestación tienen un subsidio poco más de 400 euros. La desprotección en las situaciones de desempleo pone a las personas paradas en situación de grave vulnerabilidad y riesgo de pobreza.

    Los cotizantes a la Seguridad Social han crecido en el último mes en 24.120 personas y en el último año registra un incremento de casi 100.000 en los últimos doce meses. Es el dato más positivo que arroja el mercado de trabajo y que indica que la Comunidad de Madrid tiene capacidad de generar empleo, aunque necesita crecer más y sobre todo con mayor calidad y estabilidad en la contratación.

    En noviembre se firmaron 241.615 contratos. Supone una cifra notablemente inferior (55.000 contratos menos) que en el mes anterior, y también inferior (en casi 4.500) a la de noviembre de 2018. Pero sobre todo se ha reducido la contratación indefinida, con casi un 30% de contratos de este tipo menos que el mes pasado y un 12% menos que en noviembre de hace un año. De manera que este mes más del 84% de los contratos firmados han sido temporales.

    La mala calidad en el empleo es el principal escollo para que Madrid pueda crecer significativamente en ocupación. Un mercado laboral basado en la temporalidad no consigue flexibilidad ni generar más empleo. Al contrario, supone un lastre para afrontar los retos que tiene la región: digitalización y robotización, transición ecológica y energética y orientación hacia una economía del conocimiento. Además la precariedad supone un freno a la demanda interna y a la actividad.

    El paro y la precariedad se convierten para las personas trabajadoras en una callejón de doble vía de la que solo se puede salir con un gobierno en el Estado que ponga fin a las recetas de la austeridad y las reformas laborales y un ejecutivo en la región que invierta en conocimiento, formación, infraestructuras, apoyo al cambio de modelo productivo, así como la recuperación del empleo público.