Comisiones Obreras de Madrid | 21 diciembre 2024.

En la Guardía Civil, la igualdad no es cosa de dos

Solicitar un chaleco antibalas femenino te puede llevar a la cárcel

    Si en los tiempos que corren es muy complicado ser sindicalista; ser mujer, sindicalista y guardia civil es casi una heroicidad. El pasado 18 de noviembre, CCOO de Madrid organizó la jornada, “La igualdad es cosa de dos”, en la que participó Pilar Villacorta, agente del SEPRONA y miembro de la AUGC. Villacorta espera que su asociación pueda ser legalizada como sindicato y que termine este tiempo de represión que, en parte, recuerda a los inicios de las CCOO. Jaime Cedrún, secretario general de CCOO de Madrid, reivindicó la libertad sindical de los trabajadores y las trabajadoras de la Guardia Civil.

    21/11/2016.
    Pilar Villacorta, agente del SEPRONA y miembro de la AUGC

    Pilar Villacorta, agente del SEPRONA y miembro de la AUGC

    La AUGC tiene dificultades para denunciar los problemas laborales y de acoso que padece este colectivo de 79.000 funcionarios públicos debido a la forma en que funciona este cuerpo. Pilar Villacorta explicaba en este acto interramas que “la Guardia Civil funciona como estado dentro del Estado” e ironizaba con el título de la jornada asegurando que “en la Guardía Civil, la igualdad es sólo cosa de una: la Dirección General”.

    Con este escenario, denunció que no existe igualdad de trato y que no existe informe de impacto de género siendo un colectivo de 79.000 personas. Asimismo, Pilar Morales, secretaria de Mujer de CCOO consideró que no es legal que la Dirección General de la Guardia Civil haya redactado por su cuenta un “protocolo de acoso”, más aún, existiendo uno en la Administración General del Estado. En este sentido, Villacorta explicó que el protocolo de la Guardia Civil no incluye plazos en sus denuncias, por lo que pueden pasar años desde que se realiza una sin que ésta tenga respuesta.

    Fue en 1988 cuando las mujeres tuvieron acceso a la Guardia Civil, “con el calzador constitucional –relataba Villacorta- pero no estamos integradas”. Los datos que avalan este argumento son que sólo un 6,59 por ciento de las personas que integran el Cuerpo son mujeres. Otros cuerpos policiales tienen un mayor porcentaje de mujeres. Así, la Ertzainza, un 11 por ciento; Mossos, 22 por ciento; Policía Nacional, 13 por ciento…

    Lo curioso, más allá de los porcentajes actuales, es que en todos los cuerpos policiales han ido aumentando las mujeres, mientras que en la Guardia Civil está estancado desde el principio. Como anécdota extraña, Villacorta cuenta que en la Academia de la Guardía Civil siempre ha habido el mismo número de camas para mujeres y que “misteriosamente” en la prueba psicológica desaparecen misteriosamente las aspirantes mujeres.

    “Las mujeres son un problema”

    Otro asunto llamativo es el absentismo laboral entre las mujeres, que se eleva al 12,61 por ciento, el doble que el de los hombres. La explicación que ofrece Villacorta es que para los mandos de la Guardia Civil, las mujeres son un problema y como el miedo está metido en vena con un régimen disciplinario muy duro, nadie se atreve a realizar denuncias por acoso, lo que lleva a depresiones y un índice de suicidios muy alto.

    Villacorta denuncia que en la Guardia Civil no existen derechos reales, “no tenemos derecho a conciliación, ni a la negociación colectiva”; tanto es así que, por ejemplo, nadie piensa que los chalecos antibala deban ser femeninos. Por ello, recientemente una mujer guardia civil ha sido expedientada por insubordinación al solicitar usar un chaleco personal que le costó 500 euros. Se enfrenta a una pena de entre seis meses y seis años de cárcel.

    Y ese es otro de los grandes problemas: considerar que la Guardia Civil es un cuerpo militar. Pilar Villacorta explica que “sólo un 1 por ciento de las misiones que realizan pueden ser consideradas militares. Por ejemplo, en el extranjero o ante catástrofes; el 99 por ciento de las misiones son civiles pero nos aplican el Código Militar”. Sin duda algo inexplicable en un país occidental que, como denunció Ignacio Fernández Toxo, parece atender exclusivamente a mantener los privilegios de las élites.

    - En la entradilla habría que enlazar la crónica del viernes del aeropuerto

    - Enlace caso de insubordinación que aparece en el penúltimo párrafo:

    https://www.augc.org/news/2016/8/29/cuando-ser-mujer-guardia-civil-es-riesgo-laboral-y-reivindicarlo-delito-militar