Comisiones Obreras de Madrid | 21 noviembre 2024.

La siniestralidad laboral no cesa en la Comunidad de Madrid

  • En el mes de enero los accidentes de trabajo mortales han pasado de dos a ocho

13/02/2018.
La siniestralidad laboral no cesa en la Comunidad de Madrid

La siniestralidad laboral no cesa en la Comunidad de Madrid

Los datos sobre siniestralidad laboral publicados por el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo relativos al mes de enero reflejan, en primer lugar, y en el análisis respecto al mismo mes del año anterior, un aumento generalizado de todos los accidentes, leves, graves y mortales, tanto en jornada laboral como en in-itinere y en todos los sectores productivos, excepto en agricultura.

Así, los accidentes de trabajo totales se incrementan un 12,33%, la siniestralidad en jornada laboral un 11,54% y los accidentes in- itínere un 15,72%.

En los sectores de industria y construcción el incremento se produce a expensas de los accidentes calificados como leves, mientras que en el sector servicios suben de manera muy importante los accidentes de trabajo graves y también aumentan los mortales (los graves se duplican y pasan de 8 a 16 y los mortales aumentan en un fallecimiento, pasando de 2 a 3).

Para CCOO de Madrid, el dato más destacable y preocupante es el aumento de los accidentes mortales, que han pasado de 2 muertes en enero del 2017 a 8 en 2018, produciéndose este incremento a expensas de las Patologías no traumáticas, que han sido un total de 5, es decir, durante el mes de enero el 62,5% de las muertes producidas en el trabajo corresponden a infartos, derrames cerebrales, ictus…

Para el sindicato estas muertes están directamente relacionadas con el aumento de la exposición a factores psicosociales que se ha producido durante los últimos años fruto de la crisis y la reforma laboral, que han consolidado una organización del trabajo nociva para la población trabajadora.

La secretaria de Salud Laboral de CCOO de Madrid, Carmen Mancheño, apunta que “detrás de estas muertes se encuentra la intensificación de los ritmos y de las cargas de trabajo, la desregulación de los horarios laborales, la falta de control sobre el trabajo, el escaso apoyo social, las escasas compensaciones laborales, etc., que llevan a los trabajadores y trabajadoras a soportar situaciones de mucha presión y vulnerabilidad y a niveles de estrés tan extremos que a veces concluyen con la muerte por infarto, ictus, etc…”

Si se quiere avanzar en prevención y en la reducción de los daños ligados al trabajo se hace imprescindible abordar los factores de riesgo psicosociales y visibilizar los daños que están provocando en los trabajadores y trabajadoras, convirtiéndolos en una prioridad en las políticas preventivas. Desde los espacios empresariales y desde todas las Administraciones se deben impulsar medidas para afrontar esta situación que claramente está provocando enfermedad y muerte en la población trabajadora, siendo exigible un mayor esfuerzo en el control de los factores psicosociales en las empresas que nos lleven a conseguir una organización del trabajo más justa y saludable.