Comisiones Obreras de Madrid | 21 noviembre 2024.

“Necesitamos unos agentes sociales fuertes”

    El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha presentado su libro ¿Un futuro sin sindicatos? en la sede de CCOO Madrid.  Ver galería de fotos >>>

    25/06/2019.
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    Presentación del libro "¿Un futuro sin sindicatos?" de Unai Sordo

    Presentación del libro "¿Un futuro sin sindicatos?" de Unai Sordo

    En el acto, conducido por Bruno Estrada, economista y adjunto a la secretaría general de CCOO y autor del epílogo, han intervenido el secretario general de CCOO Madrid, Jaime Cedrún, y la profesora titular de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la UCLM, Amparo Merino.

    El secretario general de CCOO, Unai Sordo, presentó ayer su libro ¿Un futuro sin sindicatos? en la sede de CCOO Madrid, en un acto que contó además con la presencia y la participación destacada de representantes políticos y periodistas como Ignacio Escolar (eldiario.es), Jesús Maraña (Infolibre), Inmaculada Sánchez (El Siglo), Miguel Mora (CTXT), Esteban Hernández (El Confidencial), Juan Pedro Velazquez-Gaztelu (Alternativas Económicas), Marta Flich (economista, presentadora), Yolanda Díaz (Izquierda Unida), Nacho Álvarez (Podemos), Enrique Santiago (PCE) o la ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio.

    Sordo explicó el doble objetivo que persigue esta obra. Por un lado reflejar algunos de los elementos que han constituido parte del debate en el seno de CCOO acerca de la necesidad de “repensar el sindicato”. Y, por otro lado, hacer “pedagogía” porque, a su juicio, “no conviene dar por sentado” el conocimiento de muchos conceptos y realidades ligadas al sindicalismo en un mundo en el que las organizaciones sindicales han sido sometidas a una “crisis de legitimidad” de forma continuada.

    El máximo responsable de CCOO destacó en su intervención cómo las políticas neoliberales han intentando “reducir” el papel del sindicato y el valor del trabajo, y cómo las empresas han descentralizado y diluido las responsabilidades en un mercado laboral desestructurado. Sordo explicó que, aunque mientras haya relaciones laborales siempre habrá una organización de los trabajadores para defender sus intereses, el riesgo es “si va a haber un modelo sindical capaz de agregar intereses colectivos” para hacer efectiva esa defensa. El sindicato deberá “integrar lo que la empresa ha desintegrado –dijo-, y ofrecer un canal de representación útil” en ese ámbito de descentralización del trabajo.

    ¿Un futuro sin sindicatos?, elaborado en formato de entrevista para facilitar su accesibilidad al público menos concernido por estas materias, trata de dar respuesta a una situación futura dominada por un sistema productivo en el que las relaciones laborales y su desestructuración se caracterizan por un modelo que “desincentiva” la afiliación a los sindicatos. Ante esa realidad, según Sordo, las organizaciones sindicales tendrán que ser capaces de “hilvanar la diversidad de problemas que haya con una acción solidaria y dando una respuesta de clase”. “Necesitamos unos agentes sociales fuertes –reclamó-, y el actual modelo laboral surgido de las últimas reformas laborales es muy negativo, por eso hay que corregirlo y cambiarlo”.

    Al inicio de la presentación, el secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, recordó los inicios de la lucha obrera en España en el 47º aniversario de la caída de la dirección de las Comisiones Obreras, y cómo desde entonces comenzó a desarrollarse un nuevo modelo sindical caracterizado por la acción en las empresas junto con la movilización social en la calle, con la presencia activa en los conflictos.

    Cedrún destacó como una de las virtudes del libro su capacidad para convertirse en un “manual para nuevos sindicalistas” y para que no se hable del sindicalismo “desde el desconocimiento y de ignorancia”. Asimismo, aludió a la “insatisfacción” por la “lentitud” con la que se está acometiendo la realidad creada por un mercado laboral dominado por la “fragmentación de la clase trabajadora”, dijo en referencia a la nueva economía de plataformas y la digitalización de la economía. Sin embargo, Jaime Cedrún advirtió de que el sindicato “está vivo”, porque “estamos en los centros de trabajo y sabemos lo que está pasando”.

    Por su parte, la profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha, Amparo Merino, además de aludir al “buen momento” en el que aparece el libro –en relación al centenario de la Organización Internacional del Trabajo y a la firma del convenio sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo- hizo una reflexión acerca de la “pérdida de identidad colectiva” en un mundo que “cada vez se complejiza más” y que “se estructura de una manera desestructurada”, lo que dificulta la puesta en movimiento de “estrategias de intervención colectiva” como es la acción sindical.

    Merino destacó en su intervención la precarización social, la “inexistente redistribución de la riqueza” y cómo se amplía la “brecha” entre ricos y pobres cada vez más junto con la “feminización de la pobreza”. Además, criticó el denominado pensamiento positivo el emprendimiento, que definió como “tiranía de la positividad”. Frente a este escenario, el sindicato tiene que “maridar con el feminismo y el ecologismo”, e interactuar con la globalización, la digitalización y la robotización. En este sentido, exigió un nuevo estatuto de las personas trabajadoras “más integrador y en clave de género”.

    Tras la presentación, los participantes pudieron hacer públicas sus reflexiones sobre el libro y preguntar al autor. Entre las intervenciones destacó la de la ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, que explicitó la necesidad de hacer “un nuevo Estatuto de los Trabajadores”, tras haber realizado más de 50 reformas al actual. Y, sobre este punto, hizo hincapié en atender como un elemento “fundamental” el de la “seguridad y la salud en el trabajo”, o el de dar “cobertura a la formación permanente” de los trabajadores.

    Magdalena Valerio resaltó la “función pública” que realizan los sindicatos y su labor en el diálogo social para evitar la conflictividad. “Si no existiesen, habría que inventarlos”, remachó.