Comisiones Obreras de Madrid | 26 septiembre 2024.

El paro baja lentamente en Madrid sobre la base de una temporalidad cada vez mayor

    02/07/2019.
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    Trabajador del sector de hostelería en Madrid

    Trabajador del sector de hostelería en Madrid

    Junio terminó con 6.523 personas en desempleo menos que el mes anterior, situando la cifra final en 334.602 personas paradas registradas. De ellas son mujeres 197.687, lo que supone un incremento de la feminización del desempleo.

    Este descenso del desempleo es lento (el dato de junio es peor que el del mismo mes de años anteriores), insuficiente y asentado en una temporalidad que vuelve a crecer en el mes de junio. Por ello CCOO considera que, si bien estamos en una situación de recuperación del empleo, de la actividad y de la ocupación, es el momento de abordar los problemas de calidad en el empleo para dar un salto adelante en nuestro mercado de trabajo.

    De las personas que abandonaron el desempleo, 1.644 (una de cada cuatro) fueron mujeres y 4.879 fueron hombres (tres de cada cuatro), con lo que el perfil del desempleo se feminiza.

    Por sectores, el que más ha contribuido a la reducción del desempleo vuelve a ser Servicios (4.311 personas menos en desempleo), aunque porcentualmente tienen una reducción mayor la Construcción (875 menos), la Industria (562 parados menos) y los Parados sin empleo anterior (712 menos).

    En Madrid, la cara del paro es la de una mujer y, fundamentalmente, una mujer sin prestación por desempleo. En el mes de mayo percibieron prestación 171.049 personas. Mientras que las personas demandantes no ocupadas (personas registradas sin empleo, aunque no todas cumplan los requisitos para ser consideradas paradas registradas) que no recibieron prestación fueron 185.487. De las que recibieron prestación, solo 99.244 recibieron prestación contributiva y el resto fue beneficiario de una prestación no contributiva de 430 euros. La recuperación del subsidio para mayores de 52 años, siendo una medida positiva para algunas personas desempleadas del tramo de edad donde las dificultades para conseguir un empleo son mayores, es insuficiente para garantizar la protección de las personas desempleadas madrileños, que tienen una tasa de cobertura que está entre las más bajas del país.

    Mientras que la reducción del desempleo se va haciendo cada vez más lenta, las cifras de contratación siguen muy elevadas. En junio se firmaron más de 250.000 contratos, casi 23.000 más que el mes anterior, y 4.500 más si se compara la cifra con el mes de junio del año pasado. Pero la mayoría de ellos fueron de carácter temporal (más del 85%). Solo 36.700 de los 250.000 contratos firmados fueron indefinidos. Esta elevada temporalidad y la corta duración de los contratos (el contrato más usado es el de duración inferior a seis días) es la que provoca que la alta firma de contratos no tenga una repercusión en la misma medida en el empleo y en la mejora de las cifras de personas paradas.

    La temporalidad y la calidad en el empleo se plantean en la Comunidad de Madrid como uno de los primeros retos a abordar para mejorar el mercado de trabajo y garantizar la estabilidad de la recuperación. Esta reducción de la temporalidad pasa necesariamente por la lucha contra el fraude (tal como demuestran las campañas que se realizan de vigilancia de la contratación y que tienen que incrementarse) y por el cambio de modelo productivo. En el mes anterior, uno de cada cinco contratos se firmó en el sector de la hostelería. Y solo tres actividades (hostelería, comercio y actividades administrativas y servicios auxiliares) concentraron casi la mitad de la contratación, por lo que resulta imprescindible diversificar la actividad económica.

    Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, en junio creció en casi 10.000 personas, situando la cifra de personas cotizantes en 3,24 millones. De ellas, algo más de 400.000 son trabajadores y trabajadoras autónomos y 2,8 millones son cotizantes del régimen general.

    Estos datos, que siguen la tendencia de los meses anteriores, plantean al nuevo gobierno que se forme en la región y a los agentes sociales la necesidad de trabajar para reducir el desempleo, más y de forma más rápida, sobre todo entre las mujeres, y proporcionar oportunidades de empleo y formación a las personas con más dificultades. En cuanto al empleo que se genera, el reto es la estabilidad y la calidad.