Comisiones Obreras de Madrid | 26 abril 2024.

CCOO reclama un nuevo contrato social en el que la redistribución sea el eje fundamental para acabar con la desigualdad

    La secretaria general de CCOO Madrid, Paloma López, ha clausurado la Escuela Sindical 2021 junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo, después de tres jornadas de debate en torno al Plan de Recuperación para Europa y los fondos que se destinarán a la Comunidad de Madrid, desde una perspectiva sindical.

    22/09/2021.
    Escuela Sindical Pedro Patiño 2021, miércoles 22 septiembre

    Escuela Sindical Pedro Patiño 2021, miércoles 22 septiembre

    La secretaria general de CCOO de Madrid, Paloma López, ha reclamado un nuevo «contrato social» en el que «la redistribución sea el eje fundamental para acabar con la desigualdad». Así lo ha señalado durante la clausura de la Escuela Sindical 2021 que se ha celebrado a lo largo de esta semana, y en la que representantes de partidos políticos, del sindicato, de la patronal o de la universidad han debatido y reflexionado acerca del Plan de Recuperación para Europa y los fondos que deberán ser gestionados por España y las comunidades autónomas.

    En su intervención, López explicó la «trampa fiscal» planteada por el Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso. A su juicio, con el pretexto de atraer inversiones empresariales, el Ejecutivo autonómico propiciará una situación en la que «nos podemos encontrar con empresas pantalla, empresas fantasma» que vengan a implantar su sede a la Comunidad de Madrid pero «sin inversiones productivas», abundando en la «economía sumergida y en el fraude». La denominada «fiscalidad 0» es una «trampa mortal» que supondrá «más precariedad, peores condiciones, menos recursos, más privatizaciones y la apuesta por un modelo radicalmente distinto del que defendemos en el sindicato», recriminó.

    La máxima responsable de CCOO Madrid, remarcó la necesidad de construir nuevos marcos de relación con los trabajadores y trabajadoras, en unos tiempos rodeados de «incertidumbre» y en los que todo está «sometido a la lógica del mercado y a la relación de coste/beneficio y a la rentabilidad». Para López, en el sistema actual no se valora la «rentabilidad social», y de ahí «surge un modelo liberalizador» en el que asistimos a «un abultado ataque a los servicios públicos a través de las privatizaciones» que conlleva un «crecimiento exponencial de la desigualdad». 

    Según López, es fundamental «combatir» este modelo «mejorando las condiciones de vida de la clase trabajadora y recuperar el valor fundamental de la igualdad, que es el elemento clave». Opinó que los discursos de odio, a los que aludió expresamente tras los últimos episodios ocurridos durante los últimos días, «tienen un elemento de fondo», que es el de «incidir en la desafección, en la deslegitimación de la política, y entre ellos el sindicalismo». Ante ello advirtió de que «por mucho que les pese a algunos, somos el único dique de contención para poner freno a todas las políticas neoliberales que se están desarrollando, a un modelo depredador también de los recursos naturales». 

    «Confrontamos directamente –dijo López-, sin ningún complejo, con la derecha y el neoliberalismo, para que no ganen todo el espacio». Al respecto, reivindicó expresamente la necesidad de tener unos servicios públicos y empleos de calidad, o la conciliación de la vida familiar, cuestiones que precisan de un nuevo contrato social en el que se mejoren las condiciones de vida de la clase trabajadora en el que «la movilización y el poder de las ideas» son herramientas fundamentales.

    Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, coincidió con López en la necesidad de un nuevo contrato social que no será «mimético» al que se instauró tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Según Sordo, las clases medias han visto reducidas sus expectativas en la última década, a lo que se añade la crisis provocada por la pandemia y las dos transiciones a las que habrá que enfrentarse en el plano laboral: la transformación verde y la transición digital. Ante esta situación y la «reconfiguración» de esas clases medias, planteó dos opciones posibles: por un lado, la recomposición a través de un nuevo contrato social que contenga elementos del anterior y que incorpore nuevos derechos. 

    Y, por otro lado, la otra opción apuntada por Sordo es la «reaccionaria», la que va a «cuestionar el contrato social» señalando a los más débiles para culparles y responsabilizarles de la pérdida de d certezas y el bienestar anterior. Ante esta posibilidad, el sindicato de aparecer como un referente para la clase trabajadora y como un factor clave en la decantación de la balanza hacia el lado de la justicia social.