Comisiones Obreras de Madrid | 22 noviembre 2024.

Por un contrato social feminista y sostenible medioambientalmente

  • Adoración Guamán, Cristina Monge y Javier Lorente debaten sobre neoliberalismo y fractura social en la Escuela Sindical de CCOO de Madrid

28/11/2023.
Participantes en la mesa Neoliberalismo y fractura social

Participantes en la mesa Neoliberalismo y fractura social

La segunda mesa de la segunda jornada de la Escuela Sindical ha abordado la cuestión del neoliberalismo y la fractura social. Ha sido moderada por la secretaría general de la Federación de Servicios de CCOO de Madrid, Ángeles Balué, que ha señalado el valor de estos debates porque “de la reflexión viene el aprendizaje” y ha reivindicado la política de pactos.

En primer lugar, la jurista, politóloga y profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Valencia, Adoración Guamán, ha defendido la necesidad de un nuevo contrato social feminista, recordando que el ordenamiento jurídico actual fue creado por varones y, por lo tanto, “no es neutro”, ya que entre otros déficits no reconoce los trabajos de cuidados que realizan las mujeres, que han sido trabajadoras gratuitas a lo largo de la Historia. Sin embargo, Guamán considera que esto se está empezando a romper gracias al feminismo y al sindicalismo de clase, situando el “punto de inflexión” en 2019, cuando se promulgó el Decreto sobre permisos de paternidad y maternidad. También ha valorado las reformas de género llevadas a cabo por el Ministerio de Trabajo en la anterior legislatura.

En cuanto a la situación actual, Guamán ha explicado que la extrema derecha española y sus supuestos sindicatos recuperan la “retórica paternalista y antifeminista” del franquismo y que el sindicalismo de clase es la herramienta más adecuada para que no cale este discurso.

Por su parte, la socióloga y experta en comunicación política y movimientos sociales, Cristina Monge, se ha remontado a 2008, cuando la crisis económica lleva a una crisis de confianza en las instituciones, que no protegen a las personas sino que se protegen a sí mismas. Posteriormente aparecen la crisis climática y la revolución tecnológica o digital. Todo ello genera un escenario de incertidumbre y un sentimiento de miedo cuando no de pánico, frente al que la ultraderecha ofrece una vuelta al pasado como promesa de seguridad. En cambio, para Monge, la respuesta tiene que ser un nuevo contrato social en el que la protección del planeta debe ser la prioridad. Eso sí, esta transición ecológica debe hacerse “con justicia social” para que no se generen “brechas” entre las personas que pueda aprovechar la extrema derecha, que es “una corriente de fondo” que emerge según las circunstancias.

Por último, el doctor en Ciencia Política por la Universidad Autónoma, Javier Lorente, se ha referido a los conceptos “fascismo” y “ultraderecha”, precisando las diferencias existentes entre países y también entre partidos políticos. Hay unos elementos comunes que comparten, como son el nacionalismo, el rechazo a la inmigración, la oposición a los valores postmaterialistas (feminismo o movimiento LGTBI…), la religiosidad y el euroescepticismo. Los elementos que diferencian a unas extremas derechas de otras están en lo económico (unas –la mayoría- son liberales y otras, obreristas) y en su mayor o menor aceptación de la democracia.

Javier Lorente ha concluido explicando que la extrema derecha trata de captar adeptos entre la juventud, aunque el apoyo de este colectivo es “minoritario”. Para ello usan las redes sociales y las nuevas formas de comunicación. Para que las personas jóvenes no caigan en sus redes, cree que hay que situar la agenda en los problemas reales; fomentar la educación y la memoria; y tratar de reducir la polarización.