Comisiones Obreras de Madrid | 27 abril 2024.

Ideas transformadoras, defensa de lo público e intereses colectivos, frente a la amenaza de la extrema derecha

  • Unai Sordo y Paloma López cierran la Escuela Sindical de CCOO de Madrid

29/11/2023.
Paloma López y Unai Sordo

Paloma López y Unai Sordo

En la clausura de la Escuela Sindical de CCOO de Madrid, la secretaria general del sindicato, Paloma López, valoró la edición de 2023 como “la más feminista”, fundamentalmente por el trabajo realizado por las delegadas sindicales. Ha sido también una Escuela “muy importante” para el sindicato pues, además de ser “espacio de reflexión”, ha permitido a este tener una visión “externa y diferente” de sí mismo.

A continuación, Paloma López criticó al Gobierno de Ayuso por su “desfachatez” de cuestionar el informe sobre violencia machista de CCOO de Madrid, elaborado a partir de datos oficiales y por tanto contrastables. Al Ejecutivo regional le molesta que les digamos que lo están haciendo “muy mal”, pero “se lo vamos a seguir diciendo” porque “en Madrid no se está gobernando para las clases trabajadoras sino para las élites”. “Vamos a seguir luchando por las libertades” porque “la democracia está en peligro”, aseguró Paloma López.

Y “vamos a seguir defendiendo los servicios públicos” frente a su “ideario reaccionario”. “Nosotros no tenemos miedo”, pero sí tenemos “un imaginario transformador” que los hombres y mujeres de CCOO tienen que trasladar, como “un altavoz”, en cada centro de trabajo y en el conjunto de la sociedad.

Por su parte, el secretario general confederal de CCOO, Unai Sordo, explicó que la formación sindical y sociopolítica es una apuesta “estratégica” de CCOO porque hacer sindicalismo hoy en día es “más complejo que nunca”, por ejemplo a la hora de elaborar el plan de igualdad de una empresa. Lo que está pasando en el mundo es difícil de entender y CCOO es y tiene que seguir siendo un “intelectual colectivo”.

Coincidió Sordo en que, efectivamente, la democracia está en un momento “de riesgo” desde la crisis económica de 2008 y la pugna por la riqueza que desencadenó, y posteriormente con el surgimiento de la extrema derecha, el deterioro de la instituciones de intermediación y el crecimiento de la incertidumbre y el miedo entre la ciudadanía.

En este escenario, según Sordo, el sindicalismo mundial tiene que “reconstruir intereses colectivos” y “generar comunidad”, con el objetivo último de un nuevo contrato social que haga frente a la extrema derecha. Todo ello sin olvidar ser sujeto generador de “identidad de clase”.