Comisiones Obreras de Madrid | 15 octubre 2024.

Manifestación: Libertad para Palestina. No a la impunidad, fin a la masacre

  • Este sábado, 17 de febrero, recorrió las calles de Madrid entre Atocha-Cibeles-Sol

Este sábado, 17 de febrero, la ciudadanía madrileña salió a las calles de la capital, convocada por el grupo Libertad para Palestina, del que forma parte CCOO, para protestar contra la guerra en Palestina, exigir el fin del genocidio del pueblo de Gafa y reclamar libertad para Palestina.

17/02/2024.
Manifestación Palestina

Manifestación Palestina

Manifiesto:

Las cifras son a veces como la lluvia; desde lejos, a cubierto, no nos mojan y nos acostumbramosde tal manera a su rumor incesante que al final no las oímos caer. La masacre israelí en Palestinano es la lluvia que cae detrás de la ventana. Es un aguacero que retumba desde hace cuatro mesesen la conciencia de la humanidad -el más reciente y atroz de los que sufre el pueblo palestinodesde hace 75 años.

En estos cuatro meses han muerto bajo las bombas israelíes más de 27.000 gazatíes, entre ellos12.000 menores; otros 8.000 se encuentran desaparecidos. Hay además más de 66.000 heridos yunos mil menores con miembros amputados. El personal sanitario y los periodistas sonsistemáticamente asesinados o secuestrados. Más de la mitad de los edificios han sido destruidos yun millón setecientos mil palestinos han sido desplazados de sus casas y malviven como refugiadosen el sur de Gaza, también sometidos a ataques israelíes.

Según las agencias de las NacionesUnidas, la trágica escasez de alimentos expone a la población gazatí a un riesgo inminente dehambruna, mientras que la destrucción de la infraestructura sanitaria y de aguas disparará elnúmero de víctimas mortales entre los heridos, los enfermos crónicos y la infancia aun cuando losataques concluyan. Esta premeditada destrucción por parte de Israel de todas las estructuras einstituciones necesarias para la vida humana ha llevado a la Corte Internacional de Justicia adeclararse competente para investigar la querella sudafricana por un presunto delito de genocidio,una iniciativa que debemos apoyar para poner fin a la impunidad de Israel.

No es lluvia. No es un aguacero. Es una masacre. Conocemos estas cifras y estos datos, renovadosfatalmente cada día. Podemos conocer también, si los buscamos, los nombres de los niñosasesinados. Hace poco se publicaba una lista provisional encabezada por Abd al-Yawad MizarYamal, asesinado sin haber cumplido un año, y cuyo último nombre es el de Ziad Youssef Yunis AbuAssi, un adolescente de diecisiete años. Está bien que no los reduzcamos a un número, que pronunciemos sus nombres en voz alta, que a través del nombre lleguemos a la madre que se lopuso, pero estamos hablando, en cualquier caso, de una lista de muertos. Una lista de miles deasesinados.

No es la lista de la escuela ni la de los participantes en una carrera deportiva ni la delos pasajeros de un avión turístico ni la de los asistentes a una boda. De Abd al-Yawad y de Ziadsabemos que están muertos, pero no sabemos que estuvieron vivos. Lo sabrán, si no han muertotambién a su lado, sus padres, sus tíos, sus amigos. Es terrible. La historia del pueblo palestino sereduce demasiado a menudo a una larga sucesión de funerales. Una de las grandes injusticiassimbólicas que sufre Palestina, en efecto, es el hecho de que (consecuencia de la violencia israelí ydel sensacionalismo mediático) nos resulta muy difícil imaginarlos viviendo; los vemos siempreenterrando o llorando a otros palestinos. Los asociamos una y otra vez a la muerte, lo que estambién una forma de deshumanizarlos, de privarlos de su pasado y de negarles un futuro.

La ocupación israelí los mata porque los ha deshumanizado, pero la ocupación israelí los mata paraque no hayan sido nunca humanos: para que no sean más que cifras en un contador creciente demuertos o nombres en una lista infinita de muertos. No son solo eso. Los palestinos que hamatado Israel ¡estaban vivos!; y los que aún no ha matado Israel ¡siguen vivos! Eso quiere decirque, además de gritar nuestra indignación contra los asesinos, antes de gritar ¡viva Palestina libre!,tenemos que clamar ¡viva Palestina viva! Los palestinos asesinados querían ir a la escuela, a launiversidad, al café; querían jugar al fútbol, hacer y escuchar música, comer con sus amigos y susamigas; querían viajar, casarse, ver películas, ir a la playa, hacer planes para el próximo verano. Esoquería Ziad Abu Assi, de diecisiete años. Eso quieren sus amigos aún vivos. Eso quieren querer lospalestinos vivos.

Por eso hay que gritar: ¡viva Palestina viva! Y por eso hay que gritar enseguida: ¡viva Palestinalibre! ¿Qué significa viva y libre? Significa que los palestinos y las palestinas quieren un cielo librede aviones y de misiles asesinos en el que puedan enumerar y nombrar las estrellas; quieren unatierra libre de tanques asesinos y colonos asesinos en la que puedan ver crecer un olivo y erguirseuna casa; quieren un futuro libre de muerte, en paz, en el que puedan decidir libremente, comopueblo libre, su destino nacional y político.

Los datos y las cifras son tan apabullantes que a menudo, desde lejos, viendo las imágenes quellegan desde Gaza, nos sentimos impotentes. Contra esas imágenes de muerte, podemos aúnimaginarlos -imaginar a los palestinos, las palestinas- vivos y libres. Quererlos vivos y libres.Llamamos a la movilización para decirles que los queremos, sí, vivos y libres. La población española ha sido siempre una de las más sensibles de Europa a la causa Palestina. España tiene ahora,además, un gobierno que a diferencia de la mayoría de los gobiernos occidentales ha condenado lamasacre israelí, ha reclamado un alto el fuego inmediato, ha anunciado el reconocimiento delEstado palestino y sigue financiando a la UNRWA, un organismo ahora injustamente atacadoporque su mera existencia es recuerdo permanente del drama no resuelto de los refugiadospalestinos y de su derecho al retorno.

Pero queda mucho por hacer. Es necesario impulsar acciones que garanticen el fin inmediato deesta masacre y la protección del pueblo palestino, el reconocimiento efectivo de un Estadopalestino viable y plenamente soberano que permita a su población decidir libremente su futuro,una solución justa al problema de los refugiados acorde al Derecho internacional.

Junto a millones y millones de personas en todas las ciudades del mundo, queremos a lospalestinos vivos y libres. Pero sabemos que solo tendrán realmente garantizada la vida y solopodrán decidir libremente su futuro cuando la comunidad internacional deje de apoyar loscrímenes de Israel y su ocupación ilegal de Palestina. Hasta entonces debemos seguir recordandoal conjunto del pueblo palestino que nos importa su dolor; y debemos seguir recordando anuestros gobiernos que nos importan los Derechos humanos, el Derecho internacional y el destinode la humanidad.

¡Viva Palestina viva! !Viva Palestina libre!