Comisiones Obreras de Madrid | 30 junio 2024.

Concentración en la sede de Paradores para exigir el desbloqueo de las negociaciones del convenio

    Después de 4 años de negociaciones infructuosas y de que la empresa pública niegue el fondo existente de 1.700.000 euros para la constitución del Plan de Pensiones

    29/05/2024.
    Concentración de la plantilla de Paradores, en la sede en Madrid

    Concentración de la plantilla de Paradores, en la sede en Madrid

    Con unos resultados económicos históricos de la empresa pública Paradores y tras años de negociaciones sin ningún tipo de resultado, CCOO de Madrid ha dicho “¡basta!” y ha planteado una serie de movilizaciones con el fin de forzar un cambio en la actitud de la empresa pública. La primera de estas acciones ha sido hoy frente a la sede de la compañía en Madrid.

    La empresa pública cuenta con tres centros de trabajo en la Comunidad de Madrid: Paradores en Alcalá de Henares y Chinchón y los servicios centrales en Madrid, que juntos suman una plantilla directa de más de 325 personas.

    El convenio colectivo se encuentra caducado y en negociación desde hace cuatro años, y el Plan de Pensiones empezó a fraguarse hace más de veinte años, pero la empresa se niega a reconocer las aportaciones acumuladas, que suman 1.700.000 euros. Además, la conflictividad está disparada, tanto colectiva como individualmente, ya que la falta de talante negociador lleva a judicializar la inmensa mayoría de los conflictos.

    La plantilla de Paradores lleva años arrastrando una pérdida de poder adquisitivo con respecto al sector público, y en muchos casos estando por debajo de los convenios provinciales de hostelería. El personal considera inadmisible que la empresa pública alardee de sus resultados económicos y de actividad, mientras que se niega a abordar de forma seria sus problemas. Esto provoca una fuga de talento que pone en peligro la viabilidad y el futuro de la empresa.

    CCOO reivindica Paradores como una empresa pública, con unos valores más allá de los propiamente económicos (lo cual es muy positivo) que contribuyen a un desarrollo social y sostenible de las zonas donde se encuentran ubicados, y que sirven como motor turístico y económico, además de proteger y mantener un patrimonio de gran valor histórico-artístico.