Comisiones Obreras de Madrid | 21 noviembre 2024.

El papel de las mujeres como eje transformador de la sociedad

    14/09/2018.
    Escuela Sindical 2018: Avanzando

    Escuela Sindical 2018: Avanzando

    La Escuela Sindical analiza la situación de la mujer en España, en Latinoamérica y en los países árabes, África y Asia

    En la segunda sesión de la segunda jornada de la Escuela Sindical de CCOO de Madrid, se abordó el papel de las mujeres como transformadoras de la sociedad, en una mesa que moderó la secretaria de la Mujer de CCOO de Madrid, Pilar Morales.

    En primer lugar, Ana Mohedano, de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, hizo un repaso de esta zona, distinguiendo las distintas realidades que se dan dentro de Latinoamérica, donde en los últimos años se han producido avances en educación, de forma que las mujeres están mucho mejor preparadas para incorporarse al mercado de trabajo, aunque luego no se vea reflejado en su situación profesional, ya que las mujeres trabajan fundamentalmente en sectores precarios como la agricultura, las manufacturas o el servicio doméstico. También ha habido progresos en la presencia de las mujeres en el ámbito político.

    Mohedano se refirió a tres grandes desafíos: en primer lugar la violencia, que supone un problema “gravísimo”, con un promedio de doce mujeres asesinadas cada día, además de la “normalización” de las situaciones de acoso sexual, acoso en el trabajo o en las calles. Otro reto es el de la salud sexual y reproductiva, por el problema tan grave que suponen los embarazos de adolescentes. Por último, está la discriminación laboral, con una brecha salarial que puede llegar al 26%.

    Concluyó su intervención Mohedano refiriéndose al papel clave que deben jugar los sindicatos en la igualdad de género, reclamando una mayor implicación de los mismos para aprovechar su cercanía a la ciudadanía y a las personas trabajadoras, y demandando una mayor presencia femenina en las organizaciones sindicales. “No puede haber derechos laborales si no hay derechos de las mujeres”, finalizó la representante de la OISS.

    A continuación, Alejandra Ortega, responsable para países árabes, África y Asia en la Secretaría confederal de Internacional y Cooperación y consejera técnica de CCOO para la Organización Internacional del Trabajo, informó de la brecha salarial enorme que hay en las naciones árabes y del norte y el sur de África, y de cómo las regiones de Oriente Medio y el norte de África son en las que menos se respetan los derechos laborales en todo el mundo. El caso extremo lo ejemplifica Arabia Saudí, donde no existe ningún derecho. Según Ortega, los derechos más vulnerados son la negociación colectiva, la protesta social o la libertad sindical.

    En el caso de las mujeres, el sur y el este del Mediterráneo son las zonas del mundo con menor presencia laboral, y el ámbito rural sería el paradigma de la desigualdad que sufren. Alejandra Ortega enumeró una serie de países por sus peculiaridades. Túnez, donde hay organizaciones de mujeres y estas participan en los sindicatos, aunque se manera testimonial. Egipto, que tiene una baja presencia de la mujer en la política y donde hacer sindicalismo es muy difícil. Palestina, donde se da la presencia laboral más baja de las mujeres en el mundo árabe, como consecuencia de la ocupación israelí. Y finalmente Marruecos, donde la brecha de la desigualdad es muy grande y donde se producen “auténticas aberraciones”, como el caso de mujeres mineras sin ningún tipo de protección o la explotación sexual en el campo.

    También denunció Alejandra Ortega la grave situación de las mujeres asiáticas empleadas en el servicio doméstico en los países árabes, que prácticamente sufren la esclavitud. En el lado positivo y novedoso, se refirió a la creación de un sindicato en Líbano para defender los derechos de estas trabajadoras.

    Cerró la mesa redonda Begoña Suárez, una de las subdirectoras del Instituto de la Mujer, que enumeró las discriminaciones que sufren las mujeres en el ámbito laboral, que se manifiestan de manera más palpable en un 24% de brecha salarial. A continuación citó la Ley de Igualdad, de 2007, que ha propiciado avances, aunque muy lentos. Por ejemplo, en la representación política, en la que ha habido mejoras en lo cuantitativo pero no en lo cualitativo, ya que los hombres permanecen más que las mujeres en los puestos de responsabilidad. Para Suárez, hay que mejorar también los diagnósticos de la realidad para que las medidas que se adopten sean las adecuadas, y hay que aprovechar el papel de la negociación colectiva a favor de la igualdad.